A Santi Vila (Granollers, 1973) le gusta el calificativo de verso suelto. De alma libre. Él mismo en su blog escribe: "siempre crítico, pero finalmente leal". El 'conseller' menos 'independentista' (prefiere el término catalanista) comenzó su carrera política en ERC. Y ya fue como concejal en el Ayuntamiento de Figueres cuando fichó por Convergència.

Profesor de Historia Contemporánea, pronto destacó por su querencia política. Y la ha ejercido siempre con un perfil de negociador y pactista, moderado. El ejemplo más claro han sido sus tres años al frente de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat. En un contexto difícil por la elevada temperatura del proceso soberanista, Vila tendió puentes con Madrid, con la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor. Nada más tomar posesión del cargo, el 'conseller' quiso dejar claro que sus relaciones con el ministerio (pese a los numerosos contenciosos pendientes, como la falta de inversión en Rodalies) se basarían en la "presunción de bondad".

Vila ha abanderado posiciones liberales en su partido, alejadas del espacio de la CUP. De hecho, en varias ocasiones, el 'conseller' -después al frente de Empresa i Coneixement- ha afirmado sin tapujos que la alianza actual de Junts pel Sí con los 'cupaires' en el Parlament aleja a la posconvergencia, al PDECat, del espacio de la moderación y del centro. Un espacio liberal en el que Vila ha impulsado, entre otras medidas, la puesta en marcha de Convergais, una plataforma en defensa de los derechos de los homosexuales en la antigua Convergència. Y ha dado muestras de ser ese verso suelto cuando, por ejemplo, votó en contra de la prohibición de las corridas de toros en el Parlament. Sostuvo que se daba una estocada innecesaria a un moribundo, que era la fiesta de los toros.

Su vida privada también ha generado noticias. Como su boda con un chef italobrasileño, que ofició el entonces alcalde de Girona y actual 'president' Carles Puigdemont. Asistió el Govern de Artur Mas en pleno y también, cómo no, Pastor, ahora presidenta del Congreso de los Diputados.

Centrismo y moderación

Mas, precisamente, es uno de los valedores de Vila como un hombre de futuro en el PDECat. Destacados dirigentes de la formación ven en él el perfil adecuado para afrontar una etapa de centrismo y moderación, alejada totalmente de la CUP y en confrontación total con el espacio de los 'comuns'. En todo caso, Vila mide los tiempos y baraja los pros y contras de dar un paso de estas características.

Su fidelidad quedó acreditada cuando en el Govern algunos 'consellers' como Neus Munté, Jordi Jané o el secretario del Govern Joan Vidal dejaron el Consell Executiu al no verse con ánimos de sacar adelante el proceso soberanista a las puertas del referéndum unilateral del 1 de octubre. Vila, crítico con las decisiones unilaterales, no solo no se fue sino que se ganó un ascenso: cambió Cultura por Empresa i Coneixement, en sustitución de Jordi Baiget, el primero de los que se fueron tras haber cuestionado en una entrevista el 'procés' y el papel de Puigdemont. Ahora, esa posición moderada sí le ha hecho renunciar al Govern, pocas horas después de que el 'president' haya descartado convocar elecciones.

El factor Vila, pues, es un elemento clave para futuras candidaturas del PDECat, sobre todo si Puigdemont cumple con su palabra y no se presenta a las próximas elecciones catalanas. "Santi Vila es joven y tiene muchos futuros", resume un buen conocedor del 'conseller' en el partido.