El pleno del Senado aprobará previsiblemente este miércoles de forma definitiva la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) impulsada por el PSOE y Unidas Podemos para impedir que el órgano de gobierno de los jueces realice nombramientos con el mandato caducado.

El actual CGPJ se encuentra en funciones desde diciembre de 2018 y no se espera un pronto acuerdo para su renovación, después de que el Gobierno y el PP dieran por rotas las últimas negociaciones ante el veto de los populares a uno de los candidatos del Ejecutivo: el juez José Ricardo de Prada.

La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que llega este miércoles al pleno del Senado fue diseñada por los grupos que apoyan al Gobierno como un instrumento para presionar a los populares a sentarse a negociar, para evitar que decenas de cargos judiciales queden sin cubrir, pero el actual panorama político complica cualquier pacto.

La Comisión de Justicia de la Cámara Alta rechazó este lunes los vetos presentados por el PP y Vox a la reforma y no admitió ninguna enmienda, por lo que, si no hay sorpresas, la proposición de ley quedará aprobada definitivamente en el pleno y no tendrá que volver al Congreso. Sostiene la oposición que se está vulnerando la separación de poderes, pero los defensores de la reforma recuerdan que tanto el ejecutivo como el legislativo tienen recortadas sus competencias cuando están en funciones y consideran que el actual Consejo, elegido cuando en el Parlamento el PP tenía mayoría absoluta, ha perdido legitimidad para seguir haciendo nombramientos.

Mañana jueves se reúne el pleno del CGPJ y no habrá nombramientos en su agenda.