La senadora del PP Esther Muñoz tuvo que pedir ayer disculpas tras haber criticado al Gobierno por destinar 15 millones de euros a desenterrar «unos huesos». No quería reírse de las víctimas del franquismo, afirmó, pero rechazó dimitir por no haberse expresado adecuadamente.

PSOE, Unidos Podemos y Compromís le reclamaron ayer, en el pleno del Senado, que renuncie al cargo por haber «insultado» a las víctimas de Franco. «Asumo la responsabilidad por no haberme expresado bien», declaró en los pasillos de la Cámara alta. E insistió en que nunca habló de «cunetas», sino que su intención era pedir al Gobierno que se olvide de la exhumación del dictador.

Muñoz, portavoz del PP en la Comisión de Justicia del Senado, aseguró que siempre ha tenido «el máximo respeto» a todas las víctimas, también las del franquismo, y señaló que intermedió para lograr que se abordaran unas primeras exhumaciones en el Valle de los Caídos.

La senadora hizo las polémicas declaraciones el martes en la sesión de control al Gobierno. Fue blanco de abucheos desde los escaños socialistas y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, tachó su comentario en la Cámara de «absolutamente indigno».

Justicia solicitó precisamente ayer a 656 ayuntamientos que retiren los vestigios franquistas que permanecen en sus espacios públicos. En total, 1.171 calles y plazas conservan nombres de figuras del franquismo. Se dirigió también a los gobiernos autonómicos para que verifiquen la eliminación de elementos de exaltación de la guerra civil y de la dictadura.