El PP guarda silencio sobre los resultados electorales, que muestran una debacle del partido a falta de completar el escrutinio, y también en el exterior de la sede de los populares en la calle Génova, a la que no han acudido militantes, como era habitual en otras noches electorales.

Todo estaba preparado para una posible celebración, con la fachada cubierta por un cartel gigante de Casado y un enorme balcón sobre el lema "Valor seguro", pero la calle se encuentra vacía y solo algunos viandantes y los periodistas de los medios de comunicación ocupan la acera.

En el interior, los miembros de la dirección que se encuentran junto al líder del PP, Pablo Casado, siguiendo los resultados electorales, también han decidido non comparecer hasta que se tengan resultados definitivos, más allá de una rápida comparecencia sin preguntas del secretario general del partido, Teodoro García Egea.

Aunque fuentes de la dirección aseguraron tras el cierre de los colegios electorales que había "tranquilidad absoluta" en las filas populares, otras voces hablan de una catástrofe sin paliativos, que no pronosticaban ni las peores encuestas.

Estas mismas fuentes atribuyen la fuerte caída de escaños a la estrategia realizada por Casado de escorarse hacia la derecha, para combatir a Vox, dejando descubierto el centro, que ha ocupado Ciudadanos. Y ya empiezan a levantarse voces críticas tras esta derrota del PP.