No hubo ceremonia de despedida ni traspaso formal. La tropa española en Diwaniya ha ido cediendo competencias e instalaciones a los norteamericanos y antes del 27 habrá terminado este largo adiós. Cualquier repliegue tiene algo de fracaso, aunque quienes regresan lo sientan como una fiesta y la opinión aplauda. La aventura española en Irak, al menos la militar, concluye con esta mudanza. Es poco probable que los soldados regresen, aunque sea bajo mandato de Naciones Unidas. Ahora el relevo les toca a los humanitarios .

*Periodista.