El camino de Isabel Díaz Ayuso para ser la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid se pone cada vez más difícil. A seis días de su investidura, varios medios de comunicación destaparon informaciones que relacionan a la líder del PP madrileño con miembros de la trama Púnica, así como su deuda con el ayuntamiento de la capital por no pagar el IBI durante cinco años o el salario de 4.200 euros que cobró durante años en Madrid Network, una entidad público-privada creada por la expresidenta autonómica Esperanza Aguirre. Unas informaciones a las que los conservadores no dan crédito pero que la izquierda utilizó para tratar de frenar el debate del martes, situando toda la presión sobre Cs, futuro socio de Gobierno en la comunidad del partido de Pablo Casado.

La sombra de la corrupción parece amenazar el mandato de Díaz Ayuso que, por lo pronto, tuvo que ver cómo ayer el PSOE y Más Madrid pedían al resto de formaciones presentes en el parlamento autonómico suspender la investidura por la situación. El secretario general socialista en la región, José Manuel Franco, aseguró que todavía hay tiempo suficiente para «evitar un Gobierno heredero de la corrupción del PP». Así, lanzó la pelota al tejado del líder de Cs en Madrid, Ignacio Aguado, al que reclamó «voluntad política» para dar «un paso hacia la decencia» y apostar por el candidato socialista, Ángel Gabilondo.

Íñigo Errejón, el cofundador de Más Madrid, también redobló la presión sobre el partido de Albert Rivera y emplazó a todas las fuerzas a una «reunión de emergencia» para estudiar posibles alternativas. «Durante estos meses hemos fundamentado que el PP de Madrid detenta un problema estructural que no se soluciona con la rotación de sus líderes», explicó Más Madrid.

Los liberales hacen caso omiso a las presiones de la izquierda madrileña alegando que su entrada en el próximo Ejecutivo autonómico -ocuparán la vicepresidencia y seis consejerías- es la mejor garantía de que no habrá corruptelas. Pese a que la aparición de la trama Púnica dificulta un poco más el apoyo de los naranjas a Díaz Ayuso, el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, se escudó en un «programa de Gobierno muy estricto» que firmaron con el PP y que implica la dimisión de todos aquellos que sean imputados por corrupción.

No obstante, el PP no parece preocupado por las consecuencias que puedan tener unas informaciones a las que restó valor. «Nosotros no le damos demasiado crédito a todas esas noticias que salen», aseveró el secretario de Participación del PP, Jaime de Olano, que consideró que la futura presidenta de Madrid supone abrir una «nueva etapa». «En el PP hemos dado un paso adelante con nuevas personas y nuevas caras al frente de los proyectos», insistió.

Desde la sede popular de la madrileña calle Génova rechazaron la veracidad de la información adelantada por el digital VozPopuli sobre la intermediación de Díaz Ayuso con miembros de la trama Púnica para llevar a cabo campañas mediáticas para mejorar la reputación de Aguirre.

A partir del 2012, la dirigente del PP comenzó a acumular una deuda con el ayuntamiento de la capital al no pagar el IBI de unas oficinas durante cinco años, según explicó Infolibre. A esto se suma el crédito de 400.000 euros que solicitó MC Infortecnia, empresa de la que su padre poseía el 25%, a AvalMadrid, una entidad semipública, y que no se ha devuelto.