Ni piquete de honores, ni homenaje a los caídos, ni himno de España. La fugaz visita que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha realizado esta mañana a las tropas españolas destacadas en la base militar de Herat, en el oeste de Afganistán, ha sorprendido por la sobriedad impuesta en las cuatro horas en las que la mujer fuerte del Ejecutivo de Mariano Rajoy ha conocido de primera mano cómo trabajan los militares españoles en el exterior.

Tradicionalmente es el presidente del Gobierno quien decide viajar a una misión internacional para felicitar las Navidades a los militares que pasan estas fiestas alejados de sus casas. Rajoy eligió Afganistán y Yibuti en los últimos dos años, pero en esta ocasión ha delegado en su mano derecha un viaje relámpago a la que sigue siendo la misión más compleja y sangrienta de las fuerzas armadas españolas. "No he venido antes porque nadie me habían invitado", ha dicho la vicepresidenta tras la visita al Role 2, el hospital militar, joya sanitaria española en el exterior, y que a las órdenes por primera vez de una mujer, la teniente coronel Betegón, ofrece cobertura médica a la población civil de la provincia.

Acompañada del ministro de Defensa, Pedro Morenés, tras aterrizar, Sáenz de Santamaría ha sido recibida por el jefe del Mando Regional Oeste de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad), el general italiano Maurizio Angelo Scardino, y por los coroneles españoles Enrique Biosca, jefe de la base, y Carlos Díez de Diego, jefe del Estado Mayor regional.

MISIÓN 'RESOLUTE SUPPORT'

El viaje se produce solo tres días después de que el Consejo de Ministros aprobase el pasado viernes la participación de España, por un año, en la nueva misión Resolute Support de la OTAN, que a partir del 1 de enero sustituirá a la ISAF, con un máximo de 485 efectivos. Esta nueva misión será debatida y aprobada esta semana en el Congreso de los Diputados. A la nueva labor se ha referido Morenés durante la visita, asegurando que lo que pueda ocurrir después es una incógnita en un país en el que las coaliciones internacionales van decidiendo sobre la marcha en función de las necesidades. Aunque todo parece indicar que las fuerzas internacionales abandonarían también Herat y se concentrarían en Kabul, la capital del país.

Sáenz de Santamaría ha saludado a la Fuerza de Protección, con 217 militares, que es la encargada de la defensa y seguridad de la base y de sus 10 kilómetros de perímetro. En la actualidad hay 440 militares desplegados en Herat, y otros 25 en Kabul.

CIUDAD EN ALERTA

Aunque Herat es un lugar seguro, la visita de Sáenz de Santamaría coincide con una cadena sangrienta de atentados que en los últimos días ha dejado más de 20 muertos en diferentes puntos del país. Morenés ha recordado que "no se puede bajar la guardia" y que en esta zona hay más problemas de "crimen organizado" que de insurgencia talibán. Solo en lo que va de año han muerto cerca de 5.000 militares y policías afganos, en todo el país, precisamente los que en los últimos años fueron instruidos por las fuerzas militares internacionales, entre ellas españolas. Una cifra de bajas terrible que ha puesto seriamente en cuestión si las autoridades militares y civiles afganas serán capaces de garantizar la seguridad por si solas.

A pesar de la brevedad, Sáenz de Santamaría ha tenido tiempo de charlar con militares y ver de cerca los vehículos e instalaciones. También le han dado explicaciones sobre la situación actual de las tropas españolas en el país. "Es sorprendente ver cómo trabajan nuestros militares fuera de España. Una cosa es que te lo digan y otra muy diferente, verlo con tus propios ojos", ha destacado la vicepresidenta. Y se ha mostrado especialmente agradecida con el trabajo de los sanitarios militares que trabajan en el Role2 en el que está recibiendo curas Setara, una joven afgana cuyo marido desfiguró con un cuchillo y que fue trasladada a España para ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Gómez Ulla de Madrid, al que regresará en febrero para una nueva operación. "Espero que nos veamos allí", le ha prometido Sáenz de Santamaría.