El secretario general de CC.OO, Unai Sordo, ha reconocido hoy la dificultad que plantean las negociaciones con el Gobierno y la Patronal para cambiar las actuales reglas que rigen en las condiciones laborales y ha advertido de que "sin la movilización en la calle es prácticamente inviable modificar la actual correlación de fuerzas".

Así se ha pronunciado ante los medios el líder de CC.OO antes de participar en Zaragoza en un acto organizado por el sindicato para analizar la situación actual del ámbito laboral y, dentro de este campo, la incidencia de las nuevas tecnologías y el desigual reparto de la riqueza y al que asisten 160 dirigentes de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de toda España.

Unas jornadas en las que, ha explicado Sordo, se va a reflexionar sobre el reto al que se enfrenta la sociedad española en un entorno "cambiante", fundamentalmente debido a los cambios tecnológicos para evitar que éstos no supongan un detrimento de los actuales derechos laborales, "atacados a lo largo de la crisis", lograr la distribución de la riqueza y mantener la cohesión social.

Así, incrementar los salarios, la lucha contra la precariedad y la temporalidad y contra las desigualdades de género van a ser las cuestiones principales en las que se va a centrar el discurso de CC.OO.

Para Sordo es necesario recuperar los salarios, sobre todo los más bajos, como un criterio de distribución de la renta y la riqueza en el país, si bien considera que debido a que la recuperación de la actividad no ha sido igual en todas las empresas, el incremento deberá vincularse a la producción, con una "cifra marco" en torno al 3 por ciento.

No obstante, ha advertido de que los salarios más bajos son los que tienen que ser mejor atendidos porque el 10 % de este colectivo de trabajadores han visto devaluados sus sueldos en torno al 22 %, lo que ha calificado de "anomalía" e "injusticia".

Con un 27,6 % "España es la campeona de Europa en temporalidad", ha dicho Sordo, quien por eso piensa que también hay que introducir medidas para atacar el "abuso sistemático" de la temporalidad y para que cuando haya algún tipo de problema económico en las empresas "la última opción sea el despido" y se puedan articular otras medidas alternativas.

El problema, según Sordo, es que la reforma laboral de 2013 plantea una capacidad "casi ilimitada" de la empresa para modificar las condiciones de los trabajadores y poder disponer de ellos para "despedirlos o rebajar los salarios o las dos cosas".

De ahí, según Sordo, la importancia de la movilización en la calle, sin la cual, la distribución de la riqueza "no se va a poder dar".

"Somos conscientes de que ahora no solo valen buenas razones y apelar a la justicia salarial; hace falta movilización" y es por lo que para el próximo 22 de mayo se han convocado movilizaciones y concentraciones en todo el país, ha informado el líder nacional de CC.OO, quien ha apuntado que la movilización creciente "irá en función de los resultados".

En este sentido, ha asegurado que el objetivo "no es la movilización por la movilización" sino cambiar la posición de "bloqueo" por parte de la Patronal y del Gobierno central.

"En función de cómo respondan patronal y empresarios a esta movilización" y a otra en junio y "si no hay cambio en la riqueza", Sordo no descarta que pueda convocarse una huelga general que en estos momentos, no obstante, no es el fin.

Sordo también se ha pronunciado por una de las cuestiones que se abordan en la jornada de hoy como es la introducción de las máquinas y tecnología en el sistema productivo y que ha reconocido como un "desafío muy complejo".

En opinión del secretario general de CC.OO, las mejoras tecnológicas tienen que estar hechas para "mejorar los resultados y productividad de las empresas" y "por tanto, tienen que repercutir en mejorar los salarios y la fiscalidad" y es por eso que piensa que las empresas "tienen que pagar más impuestos por sus beneficios de los que pagan".

No obstante, ha advertido de que para evitar los riesgos de que la digitalización deje a una parte de los trabajadores fuera de los procesos de cambio, es necesario que el Gobierno mantenga procesos de formación permanente para que estos cambios "no nos pasen por encima como un tsunami" y abrir el debate de las rentas mínimas garantizadas" para evitar que los parados mayores de 50 años a los que se les terminan las prestaciones acaben en una situación de exclusión.