El Tribunal Supremo ha avalado la actuación de un agente encubierto en una operación antiyihadista llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra en Cataluña y ha confirmado las condenas de entre 8 y 12 años de cárcel que dictó la Audiencia Nacional para diez miembros de un célula terroristas desarticulada en abril de 2015.

Se trata de miembros de un grupo que cayó en la 'Operación Caronte' gracias a la intervención de un agente encubierto, que ha respaldado su actuación porque entiende que la misión que tenía encomendada era introducirse en la célula y enterarse de sus actividades delictivas y de si estaban planeando un atentado para poder evitarlo.

La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado las penas a los diez miembros de la célula por un delito de integración en organización terrorista y ha rechazado los recursos planteados por los acusados, así como la petición de estos de que se anularan las grabaciones que el agente encubierto realizó cuando estaba con alguno de los acusados.