El Tribunal Supremo ha rechazado por unanimidad la concesión de un indulto al exjuez Baltasar Garzón, que fue condenado a 11 años de inhabilitación en el 2011 por haber autorizado escuchas en el 'caso Gürtel'. Los magistrados rechazan que merezca esta gracia por el trabajo que desarrolló durante 20 años en la Audiencia Nacional y por su falta de arrepentimiento. El extogado criticó esta decisión desde México.

El alto tribunal ha asumido la posición del fiscal, que se opuso a la medida de gracia al rechazar que la misma reuniera las condiciones de justicia o equidad. Los magistrados recuerdan que Garzón fue condenado por «destruir» la esencia de un proceso justo al haber hecho «ilusoria» la pretensión de una «defensa eficaz» por permitir la grabación de las conversaciones mantenidas en la cárcel entre los principales acusados de la trama de corrupción con sus letrados.

Por ello, rechazan que puedan «aceptar la banalización del daño causado» por la conducta del extogado. Y sostienen que en la carrera judicial de Garzón existen «luces y sombras». Tampoco aceptan que su trabajo en la Audiencia Nacional «le atribuya una posición de ventaja frente a una condena penal».

También subrayan que el exjuez no ha pedido personalmente el indulto, sino que lo ha hecho en su nombre la Asociación de Magistrados Europeos para la Democracia y las Libertades (Medel); afirman que este hecho demuestra la «indiferencia» del exjuez en relación al indulto, y enfatizan que no han observado «ningún signo de arrepentimiento» porque Garzón no ha acatado la sentencia del tribunal.

RETORNO / Por estas razones, el Supremo informa en contra de la concesión del indulto, al tiempo que sostiene que no puede considerarse «de utilidad pública» la vuelta del exjuez a la carrera judicial. Con este informe en la mano, el Ministerio de Justicia se opondrá al indulto. Garzón recibió con enojo la noticia. «¡Qué me dejan en paz!», espetó en declaraciones a el diario El País.