La interlocutoria del juez del procés, Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, exigiendo a los seis diputados soberanistas procesados por el 1-O que cedan su escaño aunque sea temporalmente sigue generando un gran embrollo en el soberanismo. Junts per Catalunya exigía que en ningún caso Carles Puigdemont fuera despojado de sus derechos. ERC pedía una solución para los seis afectados y tenía una posición más abierta a la suspensión. La CUP no quería oír hablar de acatar nada. Y pese al pacto de esta semana entre los dos primeros tras meses de pugna que casi dan al traste con la legislatura, surgen nuevas dudas sobre si el soberanismo tendrá mayoría suficiente para aprobarlo en el pleno del Parlament del próximo martes.

La solución acordada por republicanos y Puigdemont era que, previo paso ayer por la comisión del estatuto de los diputados, el pleno de la próxima semana votaría dos puntos. En uno se habla de acordar por mayoría absoluta la suspensión de los derechos y deberes parlamentarios de los seis afectados (Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Sànchez). Este primer punto sería rechazado por el independentismo. En el segundo se asume que «mientras dure la situación judicial actual» (todos pendientes de juicio), los derechos parlamentarios de los seis citados «podrán ser ejercidos» por otro diputado de su grupo.

Ayer, la comisión del estatuto de los diputados del Parlament dio el visto bueno a llevar ambos puntos al pleno del martes. Ciutadans (que se ha ausentó en ese momento), PSC y PP ni votaron y reclamaron que se acepte lo dictado por Llarena sin más. Los socialistas, además, exigieron al independentismo que sea honesto y asuma que en la práctica está acatando.

Pero al final de la sesión de ayer el PSC preguntó: ¿Con qué mayoría se tiene que aprobar el segundo punto? El letrado mayor, Joan Ridao -quien, por cierto, dio a entender que JxCat y ERC están acatando lo dictado por Llarena- apuntó que, según el reglamento, es necesaria mayoría absoluta. Marta Madrenas, de JxCat, lo dejó en el aire. Y no es un asunto menor porque la CUP no acepta la suspensión de los diputados y no votará a favor. Y, si los seis afectados decidieran no delegar el voto incluso con los ‘comuns’ no habría mayoría suficiente.