Las investigaciones de la CIA y del Mi6 sobre el programa nuclear del presidente libio Muamar El Gadafi han salpicado a una empresa vasca como suministradora, a través del emirato de Dubai, de piezas con las que se podían fabricar centrifugadoras para tratar el uranio. Según fuentes del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) citadas por Efe, dicha empresa se encargó de la formación de una docena de operarios libios.

Después de que Gadafi renunciara a su programa nuclear, los servicios secretos británicos y norteamericanos descubrieron la participación de los británicos Peter y Paul Griffin en la trama para dotar a Libia de la bomba atómica. Estos se encargaron de crear una empresa tapadera en el emirato de Dubai llamada Gulf Technical Industries (GTI). Esa entidad creada fue la que importó desde Dubai tecnología vasca, supuestamente destinada a la industria petrolera. Pero en realidad era para instalar un taller de procesado de uranio.