No hubo la más mínima autocrítica en las 11 horas que José María Aznar estuvo respondiendo a preguntas de los comisionados. "Tengo el convencimiento profundo y la tranquilidad de conciencia de haber actuado bien". La afirmación resume el grueso de las explicaciones del expresidente, que respondió a casi todas las cuestiones pendientes asegurando que volvería a tomar las mismas decisiones. LA IMPREVISIÓN: "Es una acusación temeraria e irresponsable"No sólo no hubo imprevisión por parte del Gobierno del PP a la hora de valorar los riesgos que soportaba España de convertirse en objetivo de los terroristas, sino que sólo su Gobierno alertó del peligro islamista. Aznar sostuvo esta tesis ayer a pesar de todos los intentos de los comisionados por hacerle reconocer algún error en la gestión de la información sobre islamismo previa a la comisión del atentado. "Fíjese si después de 10 horas le diera a usted la satisfacción de dar un titular como Aznar reconoce fallos", le espetó al portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, cuando éste le apremiaba para saber si reconocía siquiera que su Ministerio del Interior no detectó la trama asturiana que permitió el robo y la venta de los explosivos que se utilizaron en la masacre del 11-M.Aznar defendió su visión sobre "la amenaza islamista" que le llevó a apoyar la decisión de EEUU de atacar Irak. "La imprevisión de la que me acusan es lo que más me molesta", admitió en respuesta a Eduardo Zaplana, en la que aprovechó para recordar que bajo su mandato 120 islamistas fueron detenidos. "El país del mundo que más islamistas ha detenido", se congratuló.Aznar culpó a la entonces oposición de "ridiculizar" sus declaraciones cada vez que mentaba la lucha contra el terrorismo internacional. "La amenaza del terrorismo islámico se ridiculizó porque no encajaba en el guión de la oposición. Para ellos, el Gobierno mentía sobre los islamistas sólo para justificar su política exterior", planteó en su discurso inicial. "En un país como España, que lleva 900 víctimas por terrorismo, hablar de imprevisión ante los atentados es una temeridad, es profundamente irresponsable", respondió al socialista Alvaro Cuesta. "Claro que se hizo todo lo posible para evitar todos los atentados. Y en algunos casos se logró, y en otros no. Pero, ¿se pudo evitar Hipercor?", replicó a Cuesta. Para seguir con las pullas a los socialistas, Aznar le espetó a su interlocutor: "A lo mejor nos hubiera gustado disponer de algún fondo más en la lucha antiterrorista porque nadie se lo hubiera llevado en un momento determinado", en alusión a Luis Roldán.El expresidente se aferró al ejercicio de concienciación internacional que hizo su Gobierno para negarse a concretar si ordenó alguna política específica para reforzar la lucha contra el terrorismo islamista después del 11-S, del apoyo de España a la guerra de Irak, del comunicado de Bin Laden señalando a España como objetivo y de los atentados de Casablanca. Cada vez que se le preguntó, respondió que la valoración que hacían los servicios de inteligencia era que "había un riesgo bajo" de sufrir un atentado en suelo español.Respecto a los fallos hoy conocidos de la Guardia Civil en Asturias, que propiciaron el robo y la venta de explosivos que acabaron en los trenes de la muerte, Aznar elogió en conjunto la actuación de la Guardia Civil. "Recuerdo la Guardia Civil que liberó a Ortega Lara, y pido a los españoles que sea ésa la Guardia Civil que recuerden", dramatizó. GABINETE DE CRISIS: "No era lo más funcional en ese momento"Consciente de que se le preguntaría por qué motivo no convocó el gabinete de crisis tras la mayor masacre terrorista de la historia europea, Aznar se refirió a la cuestión ya en su discurso inicial. "Ni había exigencia legal, ni era lo más funcional en aquel momento", argumentó Aznar, que estuvo asistido entonces por el secretario de la Presidencia, Javier Zarzalejos, el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans, además de los dos vicepresidentes y el titular del Interior.Para explicar por qué no estuvieron allí reunidos el ministro de Defensa, la titular de Exteriores o el director del Centro Nacional de Inteligencia, Aznar recurrió a la inoportunidad e inoperancia de su presencia. "Entendí que no era el momento de convocar formalmente a un órgano que, entre otras exigencias, requería la presencia física continuada de ministros y altos cargos que debían dirigir la actuación sobre el terreno de sus departamentos", argumentó.De aquella reunión surgió la convocatoria de la manifestación para el día siguiente, cuyo lema fijó el Gobierno del PP de forma unilateral. Aznar relató ayer cómo comunicó a José Luis Rodríguez Zapatero esa decisión a mediodía del 11-M: "Le dije que los partidos debían dar una respuesta unitaria, sin hacer un espectáculo de la discusión sobre las pancartas o los lemas, o quién debía ir en la cabecera o unos metros detrás. A mí me ponían enfermo esas discusiones. Zapatero no puso objeción ni reparo alguno".PACTO ANTITERRORISTA: "Zapatero dice que me lo pidió, pero no me lo pidió"También tenía una respuesta preparada para negar la conveniencia de convocar el Pacto Antiterrorista. En cambio, ni se detuvo en dar una explicación de su falta de contacto con los líderes de los partidos parlamentarios, un extremo que sólo le plantearon ERC e IU. Con el portavoz de Esquerra, Joan Puig, se permitió la ironía de agradecer su "preocupación por un pacto que no han suscrito".De sus respuestas se deduce que habló con Zapatero y con Jordi Pujol. Aznar aseguró que el actual jefe del Ejecutivo nunca le solicitó la convocatoria del Pacto Antiterrorista, aunque éste ha declarado posteriormente que lo solicitó a Mariano Rajoy, como candidato que era a la presidencia del Gobierno en nombre del PP."No me lo pidió ni por la mañana ni por la tarde, aunque después ha dicho que me lo pidió, pero no me lo pidió", relató Aznar en referencia a las dos conversaciones que mantuvo con el entonces líder de la oposición. Luego, dijo, no volvió a hablar con Zapatero. "Creo que hizo llamadas advirtiendo de terroristas suicidas, pero no a mí", acusó el expresidente.No fue su única acusación. Tras argumentar que el Pacto Antiterrorista "nunca se ha reunido como tal en respuesta a un atentado", el expresidente añadió, para indignación del socialista Cuesta: "Dudo de que hubieran acudido si lo hubiera convocado".Pasa a la página siguiente