Los nueve presos independentistas condenados por el Tribunal Supremo en el juicio del 'procés' ya pueden salir del centro penitenciario para trabajar o cuidar familiares en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que permite flexibilizar el cumplimiento de las penas de privación de libertad impuestas. Los últimos serán lo sexconsejeros Josep Rull y Jordi Turull. La junta de tratamiento de la prisión de Lledoners (Sant Joan de Vilatorrada), donde estaban encarcelados, ha acordado este jueves permitirles salir de lunes a viernes durante 12 horas al día para trabajar. La sentencia fue dictada el 15 de octubre del 2019, hace algo más tres meses y medio.

La Consejería de Justicia ha informado que la aplicación del 100.2 es inmediata, por lo que Rull y Turull podrían salir de la cárcel mañana mismo, tras la comunicación de esta decisión a la jueza de vigilancia penitenciaria. La fiscalía tiene la facultad de presentar un escrito de oposición, como ya ha hecho en los otros caso relacionados con los dirigentes independentistas encarcelados, antes de que la magistrada avale o no esta medida. Este recurso, sin embargo, no paraliza el acuerdo de la junta de tratamiento. El ministerio público considera que esta medida de carácter excepcional, según la normativa, es un tercer grado (solo ir a dormir a la cárcel) encubierto.

Por el momento, la fiscalía ha recurrido contra la aplicación de esta flexibilidad en el régimen penitenciario del líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart -que ya ha sido avalado por la juez-, y también en el caso del exlíder de la ANC Jordi Sànchez y de los exconsejeros Joaquim Forn y Dolors Bassa.

El primero fue Cuixart

El primer preso del procés en salir de prisión en virtud del artículo 100.2 fue Jordi Cuixart, el pasado 13 de febrero, para trabajar en su empresa y ejercer voluntariado, con un permiso de nueve horas y media, cinco días a la semana, entre lunes a viernes. A Cuixart le siguieron, el 17 de febrero, la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell, con un permiso de nueve horas al día durante tres días a la semana para cuidar de su madre, y la exconsejera Dolors Bassa, también para cuidar de un familiar de edad avanzada, tres días a la semana, ocho horas la jornada.

Posteriormente, fue el exconsejero de Interior Joaquim Forn quien el 20 de febrero salió por primera vez en aplicación del artículo 100.2, que le permite ir a trabajar de lunes a viernes, doce horas y media cada día, en el departamento legal de la productora Mediapro, donde se encarga de los asuntos de derecho público. Después fue el exlíder de la ANC Jordi Sànchez, que el pasado 25 de febrero empezó sus labores de voluntariado en la Fundación CanPedro de Barcelona, dedicada a atender a personas en riesgo de exclusión social, con un permiso de once horas al día, tres veces a la semana entre lunes y viernes.

El siguiente en salir fue el exconsejero de Exteriores Raül Romeva, que salió el pasado 2 de marzo para trabajar en una asociación privada tres días a la semana, durante seis horas cada jornada. El último de los presos del "procés" en salir de prisión para trabajar ha sido hasta el momento el exvicepresidente Oriol Junqueras, que lo hizo por primera vez el pasado martes, 3 de marzo, para trabajar seis horas, tres días entre semana, como docente en el campus Manresa de la Universidad de Vic-Universidad de la Cataluña central.