Quizás se convierta en la primera desobediencia efectiva de la legislatura del Govern independentista. O quizás, probablemente y como en casos anteriores, se trate de una nueva gesticulación llevada hasta el límite pero no ejecutada. Lo cierto es que ayer el presidente catalán, Quim Torra, mantuvo el pulso con la Junta Electoral Central a la que desobedeció en su orden de retirar las esteladas y los lazos amarillos de las dependencias públicas del Govern con motivo de la inminente campaña electoral. Sin embargo -y ahí entraría la hipótesis de la gesticulación- el Ejecutivo de PDECat y ERC se reserva la posibilidad de acatar la orden si el Síndic de Greuges (defensor del pueblo catalán), al que pidió consejo, así se lo recomienda en las próximas horas.

Un Síndic al que, por cierto, el Govern hizo caso en sus informes de forma relativa, siempre en función de sus intereses. En cualquier caso, ayer el Govern analizó la situación -disponía de pocas horas para cumplir el nuevo plazo que le dio el organismo electoral y retirar los símbolos- y llevó a cabo una decisión con la que intenta dejarse abiertas todas las puertas. Por un lado, Torra -en una decisión personal- mantenía el lazo que está en la pancarta que cuelga del balcón del palacio, y los consejeros decidían actuar del mismo modo en los edificios de sus consejerías.

Eso sí, la portavoz Elsa Artadi dejaba margen a los funcionarios públicos para que decidieran libremente en caso de recibir un requerimiento concreto. Y asumía que los Mossos pueden ser hoy los encargados de ejecutar la orden que pueda llegar de la JEC, que se reúne hoy en Madrid después de volver a rebatir, ayer, el segundo escrito de Torra en el que de nuevo insistía en un argumento técnico -no tan político como la apelación solemne de Artadi a la libertad de expresión- como es la «imposibilidad» de llevar a cabo el requerimiento en todos los edificios. Torra remitió la lista de los bienes inmuebles de la Generalitat, con «tipología» de gestión muy variada. El documento informaba a la Junta de la decisión de solicitar opinión al Síndic y por todo ello pide la suspensión del plazo de 24 horas. Suspensión no concedida. El plazo vencía a las seis de la tarde.

ESTRATEGIA DE TENSIÓN

Por cierto que este documento, breve, es del «gabinete jurídico», según informó Artadi. Con todo, no todos en el Govern comparten la estrategia de la tensión y el -por el momento- desacato decidido por Torra y recuerdan que existen numerosas maneras de acatar de forma imaginativa las decisiones de la JEC.

A primera hora de la tarde de ayer la rueda de prensa del Govern ya se centró casi en exclusiva en los símbolos, así como la controversia política. En ERC, mientras Gabriel Rufián y Joan Tardà compartían la estrategia de Torra, el fichaje para las generales, el todavía líder de EUiA y exdiputado de los comuns, Joan Josep Nuet, opinaba que es mejor retirar los símbolos.

Unas doscientas personas convocadas por la ANC mostraban su apoyo a Torra por la tarde en la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Societat Civil Catalana anunció que presentará una denuncia contra Torra ante la fiscalía.

Ciutadans avisaba a Torra de que se estaba situando en el terreno de la desobediencia penal. Albert Rivera y Pablo Casado, líderes de Ciudadanos y el PP, respectivamente, pedían al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que hiciera actuar a la policía.

Mientras, la delegación del Gobierno en Cataluña remitía a la Junta Electoral Central fotos del Palacio de la Generalitat y las