Quim Torra no quiere aparecer como el responsable del portazo al diálogo que el pasado viernes solemnizó el Gobierno del PSOE. Tras visitar a los políticos independentistas presos, ahora ya en Madrid, a tres días del inicio del juicio del 1-O en el Tribunal Supremo, el presidente de la Generalitat dijo no comprender el motivo por el que Pedro Sánchez ha dejado en suspenso los contactos entre ambos ejecutivos, pero a renglón seguido insistió en la exigencia que ha bloqueado las negociaciones: la reclamación del derecho de autodeterminación de Cataluña.

«Nosotros no hemos roto el diálogo, seguimos atornillados a la mesa. Pero queremos un diálogo con contenido, vamos a hablar de la autodeterminación», advirtió Torra antes de expresar su sorpresa por el cambio de estrategia de Sánchez, que atribuyó a la presión de las derechas con la manifestación de hoy en Madrid. Por ello, le reclamó al jefe del Ejecutivo central «coraje y valentía». Según el president, el diálogo tiene que ser con «garantías», con «calendario» y con «contenido».

«Lo que no vale es decir que vamos a hablar de todo. No, vamos a hablar en concreto del derecho de autodeterminación de Cataluña, vamos a hablar de cuál es la propuesta del Estado español y que haya un relator internacional para dialogar», apostilló. En respuesta, Sánchez insistió en que nunca aceptará la autodeterminación de Cataluña y que el único camino «posible y transitable» es el diálogo dentro de la Constitución. Algo que choca directamente con las intenciones de los políticos independentistas.

JUICIO «SIN GARANTÍAS» / Tras visitar a los nueve reclusos, Torra volvió a poner en cuestión a la justicia española y alegó que el juicio que empezará el martes «no será justo porque los procesados no tienen garantías para preparar correctamente su defensa», ya que «cada día tendrán que hacer kilómetros» desde la cárcel al Supremo y de vuelta. «Estaremos presentes en Madrid, pero también alrededor del mundo con la campaña internacional que desde Cataluña queremos hacer para explicar al mundo justamente esta farsa, todo este montaje que se ha construido para decapitar una idea que es una idea de libertad, de autodeterminación y que siempre defenderemos con el diálogo», dijo.

Los acusados a los que visitó, aseguró, le han pedido que continúen siendo «sus altavoces al mundo» para «criticar lo que ha sido esta causa contra el independentismo» y le han trasladado su «voluntad firme y decidida para salir a defender lo que fue una actuación correcta en todos sus términos». «Van con toda la firmeza y toda la determinación», según Torra, para defenderse de esas «acusaciones inciertas» de que «hubo violencia».

Sobre el juicio del 1-O alertó ayer a las instituciones europeas la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a través de sendas cartas a los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; de la Eurocámara, Antonio Tajani; y del Consejo Europeo, Donald Tusk. En ellas, Colau asegura que este juicio «representa el fracaso de la política entendida como espacio de diálogo y negociación, y la delegación de la solución de un problema político a instancias judiciales». Y añade que no es «solo de un asunto interno del Estado español».