El presidente de Cataluña, Quim Torra, reclamó ayer a Pedro Sánchez una negociación y un pacto entre Cataluña y España como los de Quebec y Canadá. El presidente de la Generalitat negó que los independentistas estén priorizando el conflicto y le propuso al líder socialista una solución a la canadiense para la cuestión catalana.

«Apreciado presidente, con presos y exiliados políticos, miles de catalanes investigados o procesados por el 1-O y el derecho democrático a la autodeterminación de Cataluña negado una y otra vez, ¿quién prioriza el conflicto? Negociación y pacto como Canadá y el Quebec, por ejemplo», comentó el president en su cuenta de Twitter.

Una tesis en la que ahondó posteriormente en la Escuela Oficial de Idiomas de Lérida. «Que sepa el señor Pedro Sánchez que no renunciaremos nunca al derecho a la autodeterminación, que sepa el presidente Sánchez que lo defendimos el 1 de octubre, lo defenderemos democráticamente, pacíficamente, pero que aquel espíritu de victoria nos acompañará siempre», sentenció Torra.

Replicaba de esta forma la respuesta que dio Sánchez en Nueva York cuando le preguntaron por la dependencia de su Gobierno de los apoyos de los partidos independentistas en el Congreso.

«En la política todo es priorizar. Si se prioriza el conflicto, entonces iremos a elecciones. Pero si colocas primero la cooperación para hacer políticas sociales y otras cosas podremos llegar al 2020, que es mi objetivo», dijo el presidente español en una entrevista en la sede de la agencia Reuters.

El pasado martes, tras el viaje de Sánchez a Canadá, Torra ya emplazó al presidente del Gobierno a permitir en Cataluña una consulta como en Quebec o Escocia y añadió: «No pasa nada por hacer un referéndum. Quizá también se pierde en Cataluña».

Canadá aprobó en el año 2000 la ley de claridad para pactar un referéndum después de que los independentistas quebequeses impulsaran dos consultas sobre la soberanía de la región francófona en 1980 y 1995, rozando el triunfo en el último. Desde que se aprobó esa norma no se ha vuelto a celebrar otro referéndum, mientras que el apoyo a la independencia en Quebec ha ido decayendo. Este hecho es el que utilizan los independentistas catalanes para intentar convencer al Gobierno central de que convoque el referéndum que podrían ganar los constitucionalistas.