El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, no ha dudado en citar el verso de Jaime Gil de Biedma cuando reflexionaba sobre "un viejo país ineficiente", en el cual el poeta decía: "algo así como España entre dos guerras civiles". Torres-Dulce se ha referido de este modo al conflicto catalán en el discurso que ha pronunciado en la apertura del año judicial que se ha desarrollado en el Tribunal Supremo bajo la presidencia, por primera vez, del rey Felipe VI.

El fiscal del Estado ha afirmado que en España, gracias a la Constitución, "todas las personas tienen cabida" porque la Carta Magna "ampara, nunca dificulta la convivencia pacífica entre los españoles". También ha recordado que "los españoles" junto al Rey Juan Carlos y ahora con Felipe VI han "luchado" para "ampliar sin cesar el marco de derechos y libertades que nos permiten avanzar en el irrenunciable horizonte de una continuidad renovada de nuestro Estado social y democrático".

Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, que también se ha estrenado en este acto como Felipe VI, ha reclamado a los poderes públicos, en clara referencia a la Generalitat de Cataluña -aunque no la ha mencionado- "respeto" al Estado de derecho. También ha reclamado lealtad que, en su opinión, "impide el cambio unilateral de las reglas de juego que han de regir nuestra convivencia". Asimismo, ha recordado que la justicia resuelve las controversias y asegura "el respeto a la Constitución y a la ley por parte de los poderes públicos".

LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

Torres-Dulce y Lesmes también se han referido a la corrupción y ambos han reclamado más medios para combatir esta lacra que mina la credibilidad del sistema democrático, según el fiscal general del Estado. Además, el máximo responsable del ministerio público ha dado un tirón de orejas al Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, por no haber llevado a cabo las reformas prometidas como la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal, aunque ha pedido nuevos parches en la vigente norma como el paso de la investigación al fiscal, la reducción del número de aforados o la configuración de la figura del imputado.

Al acto han asistido casi 200 personas del ámbito jurídico y político como el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Los invitados han sido recibidos por unas cincuenta personas que han protestado contra la privatización del registro civil. Los manifestantes han recibido con una sonora pitada a Felipe VI tras reclamar a voz en grito la dimisión de Gallardón.