El exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, quiere que la declaración de la infanta Cristina como imputada del caso Nóos sea grabada no solo en soporte de audio, sino que también se registre su imagen. Para el letrado de Torres, Manuel González Peeters, lo contrario supone «un trato dispar, incompatible con el principio de igualdad de los ciudadanos» y «causará indefensión» al resto de encausados en el proceso.

«No existe precepto legal alguno que ampare la decisión del juzgado y, de hecho, no se menciona ninguno bajo cuyo halo protector quede persistir en dicha decisión», sostiene el letrado sobre la providencia dictada por el juez instructor, José Castro, en la que atendió la petición de la defensa de la hija del Rey de grabar solo el sonido de su comparecencia prevista para el próximo 8 de febrero.

«No se alcanza a comprender el trato diferenciado que se da a la esposa de Iñaki Urdangarin, que, lejos de ser destinataria de un trato distinto respecto al resto de ciudadanos, debiera auspiciar precisamente lo contrario», añade la defensa de Torres, quien ve en la medida un privilegio del que no han gozado otras personas que han intervenido en la instrucción de la causa, según expone en el recurso de reforma registrado ayer en el Juzgado de Instrucción 3 de Palma. Apela el abogado a apartados de la ley orgánica del poder judicial, la ley adjetiva y la ley rituaria penal, además de mencionar normativa comunitaria, para exigir el registro audiovisual completo porque «no es un capricho de una parte», sino que «tiene amparo legal».

PRECEDENTES / Castro alegó en su providencia que otros encausados, como los hermanos Tejeiro y Urdangarin en su primera comparecencia, pidieron no ser grabados y se les atendió. Recordó, además, que se cambió de criterio y se decidió grabar las declaraciones complejas para evitar dilaciones, como las de la primera comparecencia del duque de Palma, que duró 22 horas por las continuas discrepancias de interpretación a la hora de transcribir las palabras. No obstante, el juez apuntó que cualquiera podía haber pedido lo que ahora se concede a la infanta, ya que el audio transcrito en papel es lo que se entrega a las partes para ejercer sus derechos. Según González Peeters, tampoco se puede privar a las partes de las cintas.