El mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero tuvo este miércoles la oportunidad de explicarse en detalle en aquellos puntos en los que entendía que el teniente fiscal, Miguel Ángel Carballo, no le había dado tregua. A preguntas de su defensa, Olga Tubau, explicó que se ofreció para ser él quien detuviera al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, si se declaraba la DUI, aunque finalmente se decidió que fueran su sustituto con el 155, Ferran López, y el comisario Joan Carles Molinero. La primera vez que habló de este plan fue cuando declaró como testigo en el Tribunal Supremo contra los líderes del 'procés'.

Trapero, que dijo que tras retirarse el 155 se le ofreció volver a situarse al frente del Cuerpo pero rehusó, admitió haberse sentido "frustrado" de la reunión que mantuvo en el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la que pidió la desconvocatoria del referéndum ilegal del 1-O por el riesgo que entrañaba de tener que "lamentar una desgracia". Lamentó no haber dejado patente su disconformidad con la votación.

"Salimos muy frustrados de la reunión. Veíamos que había riesgo para la seguridad ciudadana", porque 2.300.000 personas en la calle frente a 16.000 policías podía hacer que se sufriera un percance. Señaló que los mandos de los Mossos plantearon dar una fuera de prensa para hacer pública su disconformidad, pero se descartó y le encargó al comisario Quevedo la redacción de un comunicado, pero finalmente declinaron. "Lamentamos, creo que todos, no haberlo hecho", afirmó en referencia al cuerpo de Mossos.

SIEMPRE LÓPEZ

El comisario más nombrado por Trapero fue Ferran López, quien le sustituyó tras la aplicación del 155. Él fue quien participaba en las reuniones de coordinación con el coronel Diego Pérez de los Cobos y con los otros cuerpos policiales y luego de las pautas de actuación que se colgaron en la intranet para que lo conociera todo el cuerpo.

Añadió que López transmitió que era un dispositivo conjunto, en el que los mossos pactaron un binomio mínimo por cada centro de votación y actuaran a partir de ahí la petición a los cuerpos del Estado.

En cuanto a su llamamiento a la congruencia, oportunidad y proporcionalidad, Trapero lo inscribió en una advertencia intrínseca de la policía, "desde que la academia", pero ante un referéndum ilegal como el 1-O "tiene que estar muy presente, porque el no hacerlo, cuando hay 2,3 millones de personas en al calle puede suponer un efecto contagio y cualquier desgracia".