El 2017 fue un buen año para la Fundación Francisco Franco. Al menos, en lo económico. Fue el año en el que volvió al Congreso de los Diputados el debate sobre la exhumación del dictador del Valle de los Caídos, pero también el que aportó a la entidad 93.161,29 euros, el mayor beneficio de su historia.

Esa cifra figura en las cuentas presentadas por la entidad franquista ante el Ministerio de Justicia, a las que ha tenido acceso este diario. El año anterior, la fundación, cuyo presidente de honor es Luis Alfonso de Borbón, biznieto de Franco, había perdido 5.973,04 euros, según los números oficiales. Y algo similar ocurrió en el 2015 (1.283 de pérdidas), el 2014 (48,83 euros de déficit) y el 2012 (6.444, 67).

En los últimos años, solo consiguió beneficios en el 2013 y fue una cifra mucho más modesta (1.049,46 euros) que la actual. Los beneficios del 2017 permiten que la fundación esté ya en números negros y liquide todas sus deudas históricas, que, según sus cuentas oficiales, ascendían a 90.006,80 euros.

El general retirado Juan Chicharro, presidente ejecutivo de la entidad, atribuye el insólito éxito económico (212.440,39 euros de ingresos) al inicio de lo que llama la «batalla» por la exhumación de Franco. En mayo del 2017, el Congreso aprobó reclamar la exhumación del dictador, con la abstención del PP y los votos a favor del PSOE, Cs y Podemos, entre otros grupos.

«La fundación languidecía y algunos nos han dado vida», asegura, en alusión a las iniciativas primero de la oposición a Mariano Rajoy y luego del Gobierno de Pedro Sánchez, mientras pronostica que las cuentas del 2018, que se aprobarán a finales de junio, también darán «beneficios».

En el 2018, Sánchez puso en marcha su plan para la exhumación del cadáver, pero los siete nietos del dictador y la fundación han ido dilatando el final. Mientras tanto, la Fundación Franco ha pasado de unos 850 socios hace dos años, a «más de 1.200 socios» en la actualidad.