Federico Trillo aseguró el viernes por la noche en una cena con militantes del PP en Santa Pola (Alicante) que le hubiera gustado ser ministro de Defensa "hace ocho años" sólo para una cosa: "Para haber tomado la isla Perejil y que nuestros pescadores pudieran pescar en las aguas de Marruecos, caramba".

Ayer, Trillo matizó en Madrid su polémico comentario y dijo que sus alusiones al islote Perejil se referían al pasado, "en modo alguno para proyectarlos al presente o al futuro", y que no tiene sentido alguno sacarlos de contexto para enturbiar el "momento espléndido" de las relaciones hispano-marroquís.

En el acto de Alicante, Trillo recordó que el presidente José María Aznar se desplazará el próximo miércoles al acuartelamiento de Rabasa (Alicante), para "recompensar" a los soldados que intervinieron en la recuperación del islote Perejil.

José Luis Rodríguez Zapatero no quiso enjuiciar en Santiago de Compostela las palabras de Trillo, quien en el mismo acto imitó a Alfonso Guerra y Felipe González. "Se valoran por sí mismas", afirmó.

"MINISTRILLO" Gaspar Llamazares, más contundente, dijo que Trillo se había "vuelto loco". "Ha sido ministrillo con muchos desaciertos y ha perdido buena parte de la racionalidad que tenía en la presidencia del Congreso", declaró el líder de IU.

Por su parte, Carles Campuzano, diputado de CiU en el Congreso, aseguró que los comentarios de Trillo pueden "entorpecer las relaciones diplomáticas con Marruecos".

La crisis de Perejil fue el episodio más notable del deterioro de las relaciones entre Rabat y Madrid, iniciado en abril del 2001, tras el fracaso de la renovación del acuerdo pesquero entre Marruecos y la Unión Europea. El 11 de julio del 2002 Marruecos ocupó con una decena de militares Perejil, un islote cercano a Ceuta. Aznar retiró al embajador español en Rabat y seis días después lanzó una operación militar y recuperó Perejil.