El sindicato UGT trabaja con el escenario de la convocatoria de "una gran movilización" que puede incluir una huelga general. Así lo ha asegurado el líder de la UGT de Catalunya, Josep Maria Álvarez, que considera el 2014 como "un buen momento" para llevar a cabo una nueva huelga general debido al deterioro de la situación y los derechos sociales así como a la posibilidad de incidir en las políticas del Gobierno ante la proximidad de las elecciones generales.

En todo caso, el dirigente sindical ha advertido de que es necesario trabajar con muchas más entidades para que la huelga se convierte en "un paro cívico" con el objetivo de cambiar las bases de la política. Álvarez, que ha participado en un encuentro con periodistas para explicar las perspectivas del 2014, desconfía de la recuperación anunciada por el Ejecutivo al considerar que "no tiene bases sólidas" y es "un brindis al sol".

"La mejora de la situación económica tiene relación con la mejora del poder adquisitivo de la gente, no con un aumento de las ganancias en la bolsa", ha añadido el dirigente de UGT. Aunque ha admitido que la reducción del paro en diciembre es "aparentemente un buen dato", ha destacado que el poco empleo que se crea es de pésima calidad debido a la presión ejercicida por la reforma laboral en un recorte de los sueldos del 24% durante la crisis y por el auge de los contratos a tiempo parcial gracias a la última modificación aprobada por el Gobierno. "El trabajo ha de permitir a la gente vivir con dignidad, no trabajar para ser pobre", ha añadido.

Álvarez ha criticado la campaña de acoso y derribo lanzada contra los sindicatos y, especialmente, contra UGT a raíz del escándalo de los ERE en Andalucía y ha mostrado su confianza en que el sindicato se convierta en una "organización más transparente" y que "los que lo tienen que hacer tomen las medidas necesarias".