Nadie nos hará callar". Estas fueron las contundentes palabras que pronunció ayer José Ramón Recalde, profesor emérito de Deusto y víctima de un intento de asesinato por parte de ETA. Con una voz temblorosa y visiblemente emocionado, Recalde participó en el acto en memoria y homenaje a las víctimas universitarias del terrorismo que, bajo el lema de Remontando la corriente del olvido , se celebró en la Facultad de Derecho y contó con la presencia del delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández.

Recalde, exconsejero de Educación y Justicia del Gobierno vasco, indicó que "hay que seguir con la batalla política, penal y policial contra ETA", y apuntó que "la universidad tiene una labor muy importante en la construcción de una sociedad en la que los valores de los derechos humanos sean primordiales".

EN LA MEMORIA El objetivo del acto no era más que "conservar la memoria de las víctimas", como señaló el rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz, quien recordó que "la comunidad universitaria ha sido golpeada en numerosas ocasiones por el terrorismo". Por ello, precisó que la elección de la Facultad de Derecho para celebrar el homenaje no fue casual, sino intencionada, ya que "hay muchos profesionales y profesores que por su vinculación a las leyes están perseguidos".

En el acto, en el que sonaron piezas musicales de Vivaldi y Bach interpretadas por dos jóvenes, intervinieron también el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, la directora del Seminario de Investigación para la Paz, Carmen Magallón, el decano de la Facultad de Derecho, José María Gimeno, y varios estudiantes que, desde distintos puntos de vista, evocaron el recuerdo de las víctimas y resaltaron la importancia de la Justicia y los valores humanos para contrarrestar el terrorismo.

De esta forma, Garcia Vicente señaló que "se puede morir por defender una idea, pero nunca matar por defender una idea". Mientras, el decano de la Facultad de Derecho, José María Gimeno, explicó que "el terror es un mal irreparable y demasiado cercano", y destacó que no se debe renunciar "a la utopía de vivir en un mundo mejor".