Uno de los dos fiscales que investiga desde 2017 al excomisario José Manuel Villarejo, Ignacio Stampa, quedará fuera de la Fiscalía Anticorrupción, al no haber sido propuesto para una de las nueve plazas vacantes en el órgano por la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, después de que no recibiera ningún apoyo del Consejo Fiscal, informan fuentes fiscales.

Stampa trabajaba en la Fiscalía Especial en situación de comisión de servicios, al igual que Miguel Serrano, el otro fiscal también adscrito al 'caso Tándem', en el que se investigan las cloacas policiales y cuyo principal imputado es Villarejo. La diferencia es que Serrano sí ha recabado el apoyo de algunos miembros del Consejo Fiscal, en concreto, los nombrados por la Unión Progresista de Fiscales, por lo que Delgado le ha adjudicado una de las plazas.

El caso de Stampa es distinto al no haber logrado siquiera el apoyo de los vocales de la Asociación de Fiscales a la que pertenece, por lo que cuando concluya la comisión de servicios en la que ahora desempeña su labor, deberá abandonar Anticorrupción y, por tanto, la investigación sobre el excomisario.

Disculpas de Navajas

La elección de Stampa era más complicada que la de su compañero ya que fue el protagonista involuntario de una polémica al publicarse un chat de abogados de Podemos en los que se mencionaba una supuesta relación con la letrada Marta Flor, que representa a Dina Bousselham, en la pieza a la que esta da nombre.

Pese a haber sido negada por ambos, su publicación en ciertos medios llevó al teniente fiscal del Supremo, Luis Navajas, a mostrarse muy crítico con él y a favor de ser apartado del servicio, pese a que ni el Servicio de Inspección ni su superior en Anticorrupción, Alejandro Luzón, lo habían considerado necesario. El número dos de la fiscalía se vio obligado a disculparse por sus palabras hacia su compañero unos días después. Aseguró que no conocía las circunstancias del caso y que se había guiado por informaciones periodísticas.