El diplomático Fernando Valderrama, que dimitió como responsable de la embajada en Bagdad en octubre del 2002, considera que España está jugando el papel de "sicario" y "ejecutor" en Irak y califica la ofensiva militar encabezada por George Bush contra el régimen de Sadam Husein como la actuación de "golpistas" y "sublevados contra la legalidad internacional".

"MENTIRAS SECUNDARIAS" Valderrama se pronunció en estos contundentes términos ayer en la Universidad de Barcelona, donde participó en un coloquio convocado por la plataforma Aturem la Guerra . Allí declaró que el hecho de que no se hayan encontrado armas de destrucción masiva en Irak ni pruebas de los vínculos de Sadam con Al Qaeda revela "mentiras secundarias", ya que, subrayó, la "guerra hubiera sido ilegal" incluso si se hubieran probado estos argumentos.

El diplomático se refirió a la reunión de las Azores --donde Bush, Aznar y Blair escenificaron la alianza que dio paso a la guerra-- como una variedad de "golpismo".

Valderrama, que renunció a su plaza como encargado de negocios denunciando el "entreguismo" del Gobierno de Aznar a EEUU, por lo que fue sancionado, enmarcó lo sucedido en Irak en un intento de "desregularización del derecho internacional". Contradijo también a quienes califican de terroristas las acciones armadas de iraquís contra las fuerzas ocupantes.

Como ejemplo, se preguntó si eran terroristas aquellos que combatieron, en guerra de guerrillas, a las tropas francesas que ocuparon España a principios del XIX.

En esta línea, Valderrama afirmó que en el incidente en el que siete agentes del CNI murieron a manos de resistentes iraquís, "los combatientes legales eran los resistentes, y los ilegales eran los espías".