La presentación de la candidatura socialista a las elecciones europeas ha tenido su dosis de morbo. En el Palacio de Congresos de Madrid se han lanzado guiños este domingo dos dirigentes tradicionalmente enfrentados como el líder del PSM, Tomás Gómez, y el del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El acto también han contado con la presencia de los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. El primero sigue muy presente en el debate público. El segundo, mucho menos. Pero el protagonismo absoluto ha recaído sobre Elena Valenciano, la vicesecretaria general y candidata a los comicios del 25 de mayo, que ha reforzado su campaña con retratos de un Mariano Rajoy cercano al machismo, o cuando menos insensible al sufrimiento de las mujeres. Las pruebas de cargo han sido dos: su restrictiva reforma del aborto, aparcada hasta después de las elecciones, y su actitud ante la violencia de género.

“Mientras le quitan la libertad las mujeres, las mujeres son asesinadas”, ha dicho Valenciano, quien ha contando hasta 23, el número de vidas truncadas esta año por la violencia de género. “¿Y dónde está Rajoy? ¿Dónde este Gobierno? Nunca ha dicho una palabra sobre la violencia de género. Rajoy es el presidente que no habla de las mujeres. ¿A qué está esperando, señor Rajoy, para hacerse cargo de este drama?”, se ha preguntado la número dos del PSOE antes de recordar los compromisos de su partido cara a las elecciones: directivas por la seguridad de las mujeres, por la igualdad salarial entre sexos y por un sueldo mínimo en todos los países de la UE.

Sin adversario

Los colaboradores de Valenciano suelen decir que al no contar aún con un advesario en el campo del PP, la candidata se siente como una boxeadora sola en ring. Pese a que los comicios ya han sido convocados, los conservadores continúan sin cabeza de lista. Para Valenciano, el motivo es este: “Es que nadie quiere dar la cara por Rajoy”. En un discreto papel de telonero, Rubalcaba ha desgranado otra teoría: “Creo que Rajoy mira a Elena y dice: ‘¡Pero si ella es la mejor candidata para España!’”.

Entre uno y otro dirigente, el candidato socialista a presidir la Comisión Europea, el alemán Martin Schulz ha imputado a la derecha el aumento de la desigualdad en el continente, pero también ha habido algo de autocrítica. Dice mucho del momento por el que pasa el socialismo el que la parte más aplaudida del discurso de Schulz, en un correcto castellano, haya sido esta reflexión: “¿Los votantes nos abandonaron? ¿O somos nosotros quienes los abandonamos? ¿Nos hemos vuelto poco sensibles a los sufrimientos de tantas personas?”.

“Es el momento de volver a casa. A la familia socialista”, ha concluido Schulz. En el mismo sentido, Valenciano también ha pedido el voto a los miles de personas que se movilizan contra las medidas del Gobierno, como hicieron el pasado sábado durante las llamadas Marchas de la Dignidad. “No basta con indignarse. Hay que votar, ganar y cambiar”, ha concluido.