Un centenar de vecinos se han concentrado la madrugada de este lunes en la puerta del hotel Vila de Calella (Maresme) para increpar a los guardias civiles antidisturbios que se alojan allí. Los agentes han perseguido a algunos de los concentrados y han agredido a al menos dos de ellos.

A los gritos de "¡Esta no es nuestra democracia!" y "¡fascistas!", los agentes, que iban sin uniforme, han respondido colocándose en la puerta del establecimiento y mirando de forma desafiante a los concentrados, que les cantaban canciones y les invitaban a irse de Cataluña.

También han arrojado numerosas papeletas de votación del referéndum, que quedaron luego esparcidas por toda la calle.

Persecuciones

Varias dotaciones de los Mossos d'Equadra han acudido y han formado un cordón entre los manifestantes y los guardias civiles.

Estos al final han roto este cordón policial y han corrido detrás de algunos de los vecinos y al menos han agredido a un par de ellos, que han recibido asistencia en el hospital de Calella.

Mientras los guardias civiles fuera de servicio perseguían a los vecinos, otros les insultaban desde las ventanas de sus casas, a lo que los agentes contestaban de forma desafiante.

A las 3.30 de la mañana, dos patrullas de los Mossos d'Esquadra vigilaban la calle de Sant Josep, que da acceso al hotel y que ha sido cerrada al tráfico de vehículos y personas.

A esa misma hora, delante del hotel, una decena de guardias civiles charlaban entre ellos, si bien ninguno ha querido comentar lo ocurrido con este diario. "Nosotros no podemos hablar sin la autorización de la Comandancia de Girona", ha dicho uno de ellos.