Los verificadores internacionales Ram Manikkalingam (Sri Lanka), Ronnie Kasrils (Sudáfrica) y Chris Maccabe (Reino Unido) han llegado este domingo a la sede de la Audiencia Nacional en Madrid donde estaban citados para declarar en calidad de testigos sobre las circunstancias de su encuentro con dos miembros de ETA, el pasado enero, en el que comprobaron que se dejaban fuera de uso operativo una parte simbólica del arsenal que conserva la organización terrorista. Antes de acudir a su cita con el juez Ismael Moreno, los tres expertos se han reunido en el hotel Villa Real con el lehendakari Iñigo Urkullu, que ha querido así mostrar su solidaridad con ellos y su labor, que también les ha recibido tras la declaración. Los tres verificadores han salido "tranquilos", según fuentes de su entorno que han interpretan esta declaración como "un toque de atención" del Gobierno de España a seguir con su labor en el conflicto.

Ram Manikkalingam ha estado casi una hora declarando y aunque no trascendieron detalles del interrogatorio, el verificador, al terminar, ha leído una declaración en la que reiteraba que su labor "desinteresada" es en aras de la "pacificación". El presidente de la comisión internacional de verificación ha recordado que su grupo que está integrado por "profesionales" con una gran experiencia y prestigio en la resolución de conflictos y que habían acudido a la Audiencia Nacional para colaborar con el juez Ismael Moreno. Al que, según sus colaboradores, no ha dado ni un solo detalle de valor para los investigadores sobre el encuentro con los dos miembros de ETA, el pasado enero.

Urkullu ha esperado a los tres verificadores en el hotel Villa Real, donde se ha vuelto a fotografiar con ellos como muestra de apoyo. Aunque el lehendakari no ha querido hacer declaraciones, fuentes de su equipo han insistido en que el presidente del Gobierno Vasco está "indignado" con la declaración de hoy.

Sin declaraciones

Los tres verificadores han llegado a la Audiencia Nacional en un taxi, se han apeado y han accedido directamente a la sede de los juzgados. Manikkalingam, Kasrils y Maccabe, tras pasar los controles de acceso, han subido directamente al despacho del juez Ismael Moreno, y han evitado hacer declaraciones a los periodistas. Los tres verificadores llegaron este sábado por la noche al aeropuerto de Barajas procedentes de Bilbao.

El juez Moreno decidió este sábado citar a declarar en calidad de testigos a los seis miembros de la Comisión Internacional de Verificación que habían participado en la entrega de armas de ETA. Finalmente solo Manikkalingam, Kasrils y Maccabe han comparecido en la Audiencia Nacional ya que, de los otros tres verificadores, las dos mujeres se encuentran fuera de España y otro está enfermo y ni siquiera acudió al acto del viernes en Bilbao. Moreno citó a los verificadores a petición del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite), presidido por Consuelo Ordoñez, y con el aval de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. El colectivo solicitó este viernes por la tarde que se interrogara a los verificadores sobre dónde están las armas y los etarras con los que se entrevistaron. Covite en su escrito solicitó a la Audiencia Nacional que los verificadores fueran citados "urgentemente" a declarar, con el fin de que "aporten información sobre el número de terroristas huidos con los que se han reunido; sus identidades si las conocen; los lugares en los que se reunieron con ellos; y toda la información que resulte útil para que las Fuerzas de Seguridad del Estado detengan a criminales requeridos por las autoridades".

Al ser citados en calidad de testigos, los tres verificadores estaban obligados a responder la verdad y en caso de que el magistrado considere que están ocultando datos en sus respuestas, podrían ser imputados por el delito de desobediencia. Una posibilidad que no sucedió.