No ha habido sorpresa. La militancia de Barcelona en Comú que ha votado -por internet- en la consulta interna abierta desde ayer hasta este viernes a las cinco de la tarde se ha inclinado por el pacto que defendía la cúpula del partido, una alianza con el PSC con Ada Colau como alcaldesa. Colau será pues investida este sábado en un pleno que empezará a las cinco de la tarde. Contará con los 10 votos de BComú, con los ocho del PSC y con los seis del grupo de Manuel Valls o sólo con los tres, los de los concejales que no guardan obediencia a Albert Rivera: el propio Valls, Celestino Corbacho y Eva Parera. Parece que más bien serán esos tres, dada la presión de Ciudadanos sobre los demás. Quizá un cuarto se anime a emularlos.

En la consulta de BComú podían votar 9.949 inscritos y lo han hecho 4.042. Un 40% de participación. El pacto con el PSC ha recibido 2.887 votos, el 71,4%, y el pacto con ERC, que conllevaba que Ernest Maragall fuera el alcalde, ha recabado 1.155 votos, el 28,55%. Salvo cambios de última hora, a estas alturas más que inesperados, Colau será pues alcaldesa de nuevo y hasta el 2023, y repetirá con el PSC como socio.

El tripartito perdido

La candidata de los ‘comuns’ a la reelección ha comentado este viernes los resultados de la consulta interna, que se anunció el jueves, justo antes de que se abriera la votación. "No es el pacto ni la investidura que hubiéramos querido", ha dicho Colau, recordando que BComú apostaba por un tripartito. Ha celebrado el resultado, del que ha subrayado que supone un apoyo claro y un aval para optar a la alcaldía. Ha elogiado la participación.

"Ya no es una decisión de un pequeño colectivo, sino de miles de votantes". Tiene que ser un alivio considerable para la cúpula, que ha invertido casi tres semanas en emprender el incómodo viaje hacia una investidura marcada por Valls. Colau ha vuelto a destacar que no han mantenido ninguna negociación con él.

La alcaldable ha afirmado que no ha recibido ninguna propuesta de Maragall para compartir la alcaldía y ha considerado que lo que perseguía el republicano al plantearla a última hora era "incidir en la consulta. Pido respeto para los procesos internos. Quizá si ERC hubiera consultado a su militancia sobre el tripartito ahora no estaríamos aquí".

Ahora, toca hacer gobierno de nuevo con un socio que Colau ya tuvo y al que echó del gobierno. Las heridas parecen curadas y la alcaldesa se dipone a cerrar el pacto con los socialistas sin prisas: hay un mes de plazo para el pleno que debe fijar las atribuciones de todos. De entrada, la alcaldesa firmará este sábado nombramientos en cuanto a áreas y a distritos que corresponderán solo a Barcelona en Comú, una formalidad.

"La investidura debe llevar a un gobierno paritario", ha advertido Jaume Collboni al comentar, con una satisfaccióin evidente, los resultados de la consulta de BCOmú. Ese gobierno, ha añadido, debe mantener "el respeto a la neutralidad institucional, al cumplimiento de las leyes, de la Constitución, del Estatut y de la Carta de Barcelona".

El socialista ha hablado de "corresponsabilización en la distribución de competencias" e, interrogado por el hecho de que Colau se haya propuesto alcanzar pactos con ERC durante el mandato y que pueda contemplar la opción de ampliar el pacto de gobierno a los republicanos, ha declarado: "De aquí tiene que nacer un gobierno de izquierdas para cuatro años, y eso tiene que quedar muy claro". El gobierno respetará la proporción de 10 a ocho concejales, lo que supone un cambio respecto de la alianza del mandato anterior, en el que BComú tenía 11 ediles y el PSC solo cuatro.

El tercer grupo

Lo que está por ver, ya que ambos suman 18 concejales, es quién será su socio cuando ambos necesiten los tres votos que les separan de la mayoría absoluta. Los ‘comuns’ dan por hecho que una vez pasado el enfado por verse descabalgada de la alcaldía pese a haber ganado las elecciones, ERC se abrirá a alianzas. Otros auguran que los republicanos se cerrarán en banda y obligarán a Colau a depender de Valls. Ella ha reiterado este viernes que intentarán acuerdos de forma proritaria con los socialistas y con los republicanos aunque hablarán con todos los partidos.