El Tribunal Supremo de Italia autorizó ayer la extradición de Rabei Osmán, el Egipcio , considerado el principal cerebro del 11-M. El ministro de Justicia italiano, Roberto Castelli, tiene aún que decidir si autoriza la entrega temporal a España de Osmán para ser interrogado y juzgado.

El alto tribunal rechazó los alegatos del detenido que ha intentado sin éxito frenar su entrega a España desde que el pasado 30 de julio el tribunal de apelación de Milán dio vía libre a su entrega a España. La fiscal Anna María de Sandro apoyó la extradición en la vista que se celebró ayer en Roma.

La decisión ahora está en manos del ministro de Justicia que en conversaciones mantenidas con su homólogo español, Juan Fernando López Aguilar, se ha comprometido a hacer efectiva la extradición de forma inmediata. El ministro italiano dispone de 45 días para tomar una decisión, pero las autoridades españolas confían en que la tome en un plazo más breve.

LAS CONVERSACIONES Rabei Osmán fue detenido en Milán el pasado 7 de junio después de que la policía italiana le hubiera pinchado el teléfono y captado sus conversaciones en la casa en la que residía. Los jueces italianos, franceses y españoles acordaron su arresto porque Osmán estaba preparando un atentado inminente, previsiblemente en París.

En esas conversaciones, el Egipcio confesaba su implicación en la matanza de Madrid: "El atentado de Madrid fue un proyecto mío y los que han muerto mártires son mis queridísimos amigos", decía. Asimismo, explicó que quería que esa masacre fuera un hecho "que no se pudiera olvidar". Y admitía que había tardado dos años y medio en preparar el atentado. "He necesitado mucha preparación y paciencia", subrayó.

En sus declaraciones judiciales, Osmán negó que la voz grababa fuera la suya en vez de asegurar que esos comentarios no eran más que un farol ante un interlocutor. Por ello, las pruebas se hicieron más firmes contra él. El juez Juan del Olmo, además, cuenta con la declaración de un testigo que le sitúa, unos días antes del 11-M, en la finca de Morata de Tajuña.

Del Olmo también le vincula con el coordinador de la matanza, el terrorista suicida, Srhane Ben Abdelmajid, el Tunecino y con otros tres implicados en los atentados.