En Moncloa no ha gustado nada la forma con la que elministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid están maniobrando en la crisis del ébola, y este viernes decide tomar las riendas de la situación de forma categórica. El Consejo de Ministros estudia esta mañana que sea la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la que presida la célula de crisis y asuma la portavocía del caso ébola, según fuentes gubernamentales han confirmado a este periódico.Aunque la crisis del ébola ocupa hoy gran parte de la reunión del consejo, la ministra de Sanidad, Ana Mato, no comparecerá en la rueda de prensa posterior a la reunión flanqueando a la vicepresidenta y esperará a los medios de comunicación en una rueda de prensa en el ministerio, esta tarde, tras el consejo interterritorial en el que se reúne con los consejeros autonómicos.

FALTA DE RUEDAS DE PRENSA

El Ejecutivo considera que la información de la crisis no ha sido tratada con suficiente profesionalidad y que no se han trasladado a la opinión pública mensajes coordinados con transparencia y eficacia para transmitir certidumbres, sino que ha ocurrido todo lo contrario. Entre las críticas al ministerio y la consejería de Sanidad, destaca la falta de ruedas de prensa periódicas para informar a los ciudadanos y la ausencia de un portavoz profesional en el trato con los medios de comunicación. El Gobierno estudia unificar y limitar los mensajes, ya que la multiplicidad de cargos que han desfilado por televisiones, tertulias y entrevistas en los cinco días de crisis ha tenido un impacto nefasto en la imagen de seriedad que se quiere trasladar desde el Ejecutivo. El Gobierno quiere también aportar una mayor transparencia y dar a conocer los datos de carácter médico de forma más eficaz.

El presidente, Mariano Rajoy, se reunió el martes en Moncloa con la ministra de Sanidad, Ana Mato, y le hizo llegar sus impresiones. Horas más tarde, la ministra también habló largamente con la vicepresidenta y dos personas de comunicación de Moncloa se han incorporado ya a la célula de crisis. Sin embargo, la descoordinación informativa persiste. La locuacidad del consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, que acusó a la enfermera contagiada de mentir, volvió a poner de relieve el descontrol comunicativo, que ahora quiere ser abordado con una estrategia planificada y profesionalizada en la gestión de crisis.