El excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo se ha mostrado dispuesto a comparecer en la comisión sobre la operación Cataluña del Parlament. Así se lo ha manifestado a la propia presidenta de la comisión, la republicana Alba Vergés, en el transcurso de una entrevista concedida a RAC-1, al día siguiente de la emitida en el programa 'Salvados'. Vergés ha aprovechado la entrevista para invitarlo a la comisión.

Villarejo, que también ha expresado su voluntad de dar explicaciones en el Congreso, a pesar de que ha sido vetado por el PP, el PSOE y Ciudadanos, ha asegurado que no tiene "nada que esconder" y que está "deseando" dar "todas las explicaciones que hagan falta" porque es "donde reside la soberanía popular". "No tengo nada que esconder", ha remarcado.

Vergés ha explicado que la comparecencia de Villarejo ya ha sido aprobada por la comisión, pero la citación no ha podido ser emitida al no tener ninguna dirección del excomisario a la que mandarla ni tampoco localizarle por teléfono. Villarejo ha respondido que como funcionario del Estado, aunque ya jubilado, necesita la autorización expresa del Ministerio del Interior. También ha puesto como condición preservar su identidad ("porque todavía hay operaciones antiyihadistas en marcha") y que pueda responder si alguien le insulta.

APARTADO DEL CASO

El exagente también ha reiterado que la operación Cataluña no existió y que a él únicamente le encargaron investigar las denuncias de algunos empresarios sobre que el 'expresident' Jordi Pujol y su familia habían pasado de pedir el 3% de comisión al 8%. Sin embargo, ha insistido en que el exdirector de la Policía Ignacio Cosidó le pidió que no profundizara demasiado, ha revelado que no tuvo "demasiadas facilidades" para investigar y que finalmente fue apartado del caso.

Asimismo, ha negado mantener una relación fluida con el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. "Yo le habré visto dos veces, y muy brevemente", ha asegurado.

Por otra parte, en la misma entrevista, Jordi Évole ha admitido que el programa recibió presiones para que no se emitiera la entrevista y ha manifestado su sospecha de que alguien más grabó la conversación. Villarejo ha negado que él la grabara y ha admitido que el CNI podría haberlo hecho "porque son los que más se han preocupado porque alguna parte no saliese".