La actualidad política va tan rápido que los tiempos de la política pocas veces coinciden. Sobre todo, cuando los aforamientos hacen que los tribunales cambien a mitad del procedimiento. Un claro ejemplo de la distancia que todo eso acarrea ha sido el juicio al que el Tribunal Supremo ha sometido esta semana al diputado de ERC Joan Josep Nuet, como miembro de la Mesa del Parlament que en 2017 votó a favor de las resoluciones independentistas que pretendían servir de andamiaje jurídico al 1-O, pese a las advertencias dictadas contra ello por el Tribunal Constitucional.

En el juicio, que este jueves quedó visto para sentencia, el fiscal del Supremo Javier Zaragoza, uno de los cuatro que representó al ministerio público en el juicio del 'procés' que terminó con la condena de los líderes independentistas, elevó a definitiva su petición de ocho meses de multa y un año y cuatro meses de inhabilitación por un delito de desobediencia agravado, informa Europa Press. Otro de ellos, Jaime Moreno, defendió su condena explicando que "erigió su voluntad por encima de estos mandatos".

También pidió su condena la Abogacía del Estado, representada por Rosa María Seoane, que también actuó en el 'procés', recordó que al acusado que no se le juzga por su condición de parlamentario ni su actuación en el Pleno, sino como miembro de la Mesa del Parlament, condición en la que se le notificaron los requerimientos del TC que él reconoce haber recibido, por lo que "conocía el carácter imperativo que lo del Tribunal Constitucional ordenaba",

Por su parte su defensa, ejercida por el letrado Enrique Leiva, pidió su absolución, con el argumento de que su cliente lo único que intentó fue "tender puentes e intentar resolver por medio de política lo que no podía resolverse por otros medios". En esa línea se ha pronunciado el propio Nuet, que en el turno de última palabra ha justificado su actuación como político y militante de un partido que trató de mediar entre dos posturas políticas muy encontradas y que creía que "había margen", por lo no fue consciente de la inconstitucionalidad de sus actuaciones.

Separado del resto

Quien era secretario tercero de la Mesa del Parlament en la XI Legislatura, en la que era diputado de SíQueEsPot, ha sido juzgado en un procedimiento separado del de sus compañeros, que se celebró en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, porque al adquirir la condición de diputado nacional resultó aforado ante el Supremo. En la primera sesión del juicio Nuet explicó que a riesgo de que se le pueda tildar de "iluso o idealista", su intención sobre todo en los primeros pasos del 'procés, no fue la de incumplir la Constitución ni colaborar con los independentistas. "De ser así, hubiera votado a todo que sí desde el principio hasta el final", pero "esos días todo eso era nuevo, todo pasaba por primera vez" y pretendía "que no llegase la sangre al río" .

Consciente de que tal vez se "equivocó", sostuvo que adoptó las decisiones que creyó "adecuadas para que se cumplieran con los requerimientos del Tribunal Constitucional no para desobedecerlos". Su ejemplo pasó por señalar que apostó porque "preceptos que estaban fuera de lo constitucional pudieran vehicularse a preceptos constitucionales".