Vox ha presentado este lunes una querella contra Twitter y su responsable en España, Nathalie Picquot, por vulnerar su libertad de expresión en un periodo electoral, coincidiendo con la celebración de los comicios catalanes previstos para el próximo día 14, después de que la red social suspendiera su cuenta por un tuit xenófobo el psado día 22.

La formación política argumenta en su demanda que el bloqueo de la cuenta de la formación supone una lesión de sus derechos fundamentales, la imputación falsa de un delito de odio y la comisión de otro de injurias y calumnias. Y que Twitter ha vulnerando el derecho a la libertad de expresión de Vox en un periodo electoral "causando graves perjuicios contra su imagen y contra su capacidad de difundir su programa para los comicios" por lo que solicita la inmediata devolución de la cuenta como medida cautelar. La cuenta de Vox en Twitter funciona desde el día 23.

Según Vox, el bloqueo de su cuenta cierra un cauce de participación de afiliados y simpatizantes y atenta contra el principio de igualdad "al no interpretar del mismo modo las publicaciones de otras formaciones políticas". Además, la querella considera que se comete también una "vulneración del derecho al honor" al imputar falsamente al partido un delito de odio.

Cataluña "islamizada"

El mensaje que ha motivado la "censura" está encuadrado en la campaña 'Stop Islamización' que lanzó esta misma semana la formación liderada por Santiago Abascal para denunciar a los partidos políticos por haber promovido "la peligrosa islamización de Cataluña". "Suponen aproximadamente un 0,2% y son responsables del 93% de las denuncias. La mayoría son procedentes del Magreb. Es la Cataluña que están dejando la unánime indolencia y complicidad con la delincuencia importada. Sólo queda Vox", señala en concreto el mensaje que ha motivado que la red social haya limitado "de forma temporal" algunas de las funciones de la cuenta oficial de Vox.

En su querella, la formación liderada por Santiago Abascal considera afectados derechos fundamentales como el derecho a la información y el pluralismo político, "al aplicar una medida desproporcionada que se aparta de la interpretación constitucional de los límites de la libertad de expresión"; así como el derecho a la participación política, "al cerrar un cauce de participación de afiliados y simpatizantes y prohibir la difusión de unas determinadas ideas políticas".

Igualmente, señala que atenta también contra el principio de igualdad al no interpretar del mismo modo las publicaciones de otras formaciones políticas. "Todo esto se produce en un periodo electoral, lo que causa un daño añadido al impedir a los candidatos de Vox competir en igualdad de condiciones que los del resto de las formaciones político", ha alegado el partido en un comunicado. En el texto de la querella, la formación también ha recordado que la red social Twitter "no puede sustituir una decisión judicial, una facultad que se ha arrogado sin ser competente para ello".

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La formación ya denunció en enero del pasado año el bloqueo de su cuenta tras un 'rifirrafe' entre Vox y la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, un mensaje que el partido de Santiago Abascal finalmente retiró para recuperar su cuenta. "No soportan al colectivo LGTBI, no soportan el matrimonio entre personas del mismo sexo, no soportan la igualdad entre mujeres y hombres, no soportan que sus ideas retrógadas no sean las de toda la sociedad", denunció la dirigente socialista.

"Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa y nos digáis cómo tenemos que vivir y cómo tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con dinero público promováis la pederastia", respondió la cuenta oficial de Vox, que gestiona su responsable de Comunicación, el diputado Manuel Mariscal.

Twitter explicó a Europa Press que ese comentario violaba su política relativa a las conductas de incitación al odio y, por tanto, para desbloquear la cuenta Vox solo tenía que borrar el tweet "ofensivo". Así, Twitter defendió que es una compañía "imparcial" y no participa en "perjuicios o sesgo político" de ningún tipo. "Aplicamos las reglas de Twitter de manera desapasionada e igual para todos usuarios, independientemente de su procedencia o afiliación política", argumentó la red social.

A pesar de que Vox llegó a dirigirse directamente a la directora de Twitter España, Nathalie Picquot, para denunciar que "por primera vez en la historia de Internet y de la democracia española" un partido ha sido "totalmente censurado" en esta red social, finalmente borró el mensaje que generó la polémica y así ha recuperado el funcionamiento de su cuenta.