El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo ayer sus críticas a Estados Unidos y Reino Unido por la guerra de Irak. Ni en su diálogo con el primer ministro británico Tony Blair, ni en su respuesta a las descalificaciones personales que le lanzó el jueves el embajador de EEUU en Madrid, George Argyros, Zapatero modificó su "discrepancia de fondo" y su consideración de que la guerra de Irak fue un "gravísimo error, algo que no tenía que haber ocurrido".

De viaje a Hungría, donde a orillas del lago Balatón tiene lugar una cumbre de líderes progresistas, Zapatero se mostró "obligadamente diplomático" al responder a la acusación del embajador Argyros de que, en el desfile del 12 de octubre del 2003, no había mostrado respeto a la bandera de EEUU. Como venganza , el embajador no acudió al desfile de este año.

El presidente también evitó comentar siquiera "si determinados métodos son diplomáticos". No obstante, quiso dejar claro que "no va a cambiar los compromisos y las convicciones contra la guerra de Irak".

DIVERGENCIAS Después de subrayar que "el Gobierno de España tiene como aliado y amigo al de los Estados Unidos" señaló: "Debemos acostumbrarnos a que puede haber discrepancias en algunos temas y, desde luego, en la guerra de Irak, las posiciones son clarísimas". Al ser preguntado si el embajador español en Washington va a elevar una queja formal, contestó que Carlos Westendorp es "un gran diplomático" y lo que va a hacer es "fortalecer las relaciones entre ambos países".

En este contexto de tensión, Zapatero evitó manifestar sus preferencias entre George Bush y John Kerry ante las elecciones presidenciales de EEUU del 2 de noviembre. Sólo dijo: "Siento un gran respeto hacia los norteamericanos y pido lo mismo para los ciudadanos de mi país".

Las salidas a la guerra de Irak y al conflicto entre israelís y palestinos formaron parte del diálogo de 45 minutos que mantuvieron Zapatero y Blair. El presidente subrayó que la conferencia internacional para Irak sólo tendrá éxito si la dirige Naciones Unidas. Blair le sondeó sobre si en un nuevo escenario, bajo la autoridad de la ONU, enviaría cascos azules y Zapatero le contestó que no. En rueda de prensa el presidente dijo que "por pura coherencia no enviaremos cascos azules, aunque haremos todo el esfuerzo político y económico necesario".

GIBRALTAR La reunión, que Zapatero calificó de "útil y fructífera", sirvió además para relanzar el diálogo sobre Gibraltar. Ambos acordaron tratar el tema en próximos meses. "Lo inteligente es caminar con expectativas razonables y tener resultados antes de anunciarlos", señaló Zapatero en tono crítico hacia el Gobierno del PP, que creó "muchas expectativas" con "pocos resultados, por no decir ninguno", afirmó.