José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer la convocatoria de un referendo para aprobar la Constitución europea "en el plazo más breve posible". El presidente del Gobierno se comprometió además a abrir un periodo de consultas con las fuerzas parlamentarias para buscar un acuerdo, en el "espíritu de consenso de la Constitución", sobre la fecha más conveniente de la consulta y el texto de la pregunta que se someterá a la consideración de los ciudadanos. Fuentes gubernamentales apuntaron que el referendo podría ser en un año.

Zapatero hizo el anuncio en el Congreso, durante el debate sobre la cumbre europea que aprobó la nueva Constitución de la UE. Todas las formaciones apoyaron la celebración de referendo, pero sólo el PP y Coalición Canaria garantizaron que harán campaña por el . Mariano Rajoy aclaró que no comparte el nuevo reparto de poder en la UE, pero añadió que "el plazo de protesta ha caducado" y que es momento de "mirar al futuro". En una intervención posterior, no excluyó seguir criticando la negociación.

PREOCUPACION El presidente reiteró su satisfacción por la Carta Magna y por la posición "influyente" en que ha quedado España en el nuevo reparto de poder institucional, pero se mostró preocupado por el escaso interés que el tema despierta en la ciudadanía. Para sortear este escollo, dijo que el Gobierno promoverá un "amplio debate" en la comisión parlamentaria para Asuntos Europeos y desarrollará una intensa campaña divulgativa, para lo que pidió el apoyo de todos los grupos políticos.

Fuentes de la Moncloa señalaron que la idea es celebrar el referendo en el otoño del 2005, para dejar que los españoles descansen de los procesos electorales del último año. El PP "no hará caballo de batalla" sobre la fecha, según un dirigente popular.

El debate, para el cual se estrenó un nuevo formato que permitía réplicas y dúplicas, desembocó en un duro enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy. Exhibiendo su vena más cáustica, el líder del PP acusó al presidente de renunciar "gratis" al poder que tenía España en el tratado de Niza y le espetó que su papel de la cumbre europea fue "tan meticulosamente prescindible" que hubiera podido participar "por teléfono".

ARMA SECRETA En su turno de réplica, Zapatero se sacó un arma secreta: un documento de la secretaría de la conferencia intergubernamental para la preparación de la Constitución europea, que le dejó José María Aznar el pasado 25 de marzo en desarrollo del traspaso de poderes. El documento señala que Aznar había "dejado entender oficiosamente" que aceptaría el sistema de votación de doble mayoría, con un umbral de población del 65% o 66%. Es decir, lo conseguido por Zapatero.

Rajoy negó que Aznar fuera a admitir esa fórmula y responsabilizó a Zapatero de haberla aceptado. Le recordó que durante su mandato se va a beneficiar de Niza, tratado que estará en vigor hasta el 2009.

El Gobierno aprobará además una reforma de la ley de extranjería en el segundo semestre del año que viene. Zapatero precisó ayer la fecha en el Congreso, en respuesta a la pregunta del diputado de Izquierda Verde Joan Herrera en la sesión de control. El presidente anunció que los cambios en la actual norma, que el PSOE recurrió ante el Constitucional en la pasada legislatura, se realizarán "aprovechando la transposición de varias directivas comunitarias" sobre inmigración que deberán incorporarse a la legislación estatal en esas fechas.

Zapatero reconoció el acierto de la exposición de Herrera, que lamentó que el actual marco legislativo "sitúe a los inmigrantes en una desigualdad flagrante" respecto a los españoles en materia de derechos civiles. Aunque el presidente no entró en el fondo de la reforma, recordó que el PSOE recurrió ante el máximo tribunal "la privación de derechos de los inmigrantes".