La coordinación interna del Gobierno sigue bajo mínimos. Ayer José Luis Rodríguez Zapatero canceló un viaje a Moscú por "problemas de agenda", según fuentes del Gobierno y el PSOE. Pero tales problemas no eran de agenda sino de comunicación: la Moncloa olvidó avisar al Congreso de que el presidente no asistiría mañana a la sesión de control por estar en el extranjero. Para evitar otro choque con el PP, Zapatero optó al fin por anular su visita al presidente ruso, Vladimir Putin.

El viaje del presidente a Moscú estaba fijado para el 1 de diciembre al menos desde el 18 de noviembre, según la nota remitida aquel día a la prensa por la Secretaría de Estado de Comunicación.

Pero algún engranaje de la Moncloa debió chirriar, pues el 23 de noviembre, en un escrito enviado a la Mesa del Congreso al que ha tenido acceso este diario, el Gobierno omitió la ausencia de Zapatero en el pleno de mañana.