La participación en la guerra de Irak acordada por el Gobierno de Aznar sigue dando argumentos al presidente Zapatero para zafarse de las acusaciones de Mariano Rajoy. El líder del PP eligió la situación de la economía española como tema de su primera pregunta al presidente del Gobierno en la sesión de control que inaugura el curso parlamentario. Interrogó a Zapatero sobre el "empobrecimiento económico". Y éste achacó la "ligera" desaceleración a la subida del precio del petróleo, "que es evidente que tiene que ver con lo que pasó y pasa en Irak", remató.

El descanso veraniego ha renovado las fuerzas de los diputados más ruidosos del PP. Sus voces y golpes en el escaño apenas dejaban oír la respuesta de Zapatero. La presidenta en funciones del Congreso, Carme Chacón, llegó a pedir a los populares "el mismo respeto hacia el presidente" que el que habían tenido con Rajoy.

Pero no tuvo éxito en su requerimiento. Los bancos del PP se volvieron un rugido cuando Zapatero afirmó que "la inversión en la guerra no produce más que efectos negativos".

Angel Acebes definió como "un desbarajuste de contradicciones y meteduras de pata" las declaraciones de miembros del Gobierno sobre la reforma constitucional y estatutaria.