La defensa del papel central de la ONU y de la legalidad internacional constituye el eje central del discurso que José Luis Rodríguez Zapatero pronunciará mañana ante la asamblea general de las Naciones Unidas. Prevé también exponer su visión sobre la lucha contra el terrorismo internacional, insistiendo en la necesidad de atender las causas sociales y económicas que lo alientan.

Zapatero, que llegó anoche a Nueva York, presidirá hoy, también en la ONU, la cumbre de la Iniciativa contra el Hambre y la Pobreza, donde adelantará algunos de sus planteamientos sociales, como la articulación de recursos para que las remesas de inmigrantes se usen para ayudar al Tercer Mundo. Lo acompañarán en la mesa presidencial los jefes de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Francia, Jacques Chirac; y Chile, Ricardo Lagos; y el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

La primera intervención de Zapatero ante la Asamblea marcará un giro de 180 grados respecto a la actitud mantenida hace un año en el mismo foro por José María Aznar, que expresó su apoyo sin fisuras a la política de EEUU en la guerra contra Irak y llamó a luchar contra el terrorismo sin entrar en el debate sobre sus causas.

A diferencia de Aznar, que en aquella ocasión mantuvo un encuentro con George Bush y llegó a pedir públicamente el voto para el mandatario estadounidense en las elecciones de noviembre próximo, Zapatero no tiene en su agenda reunión alguna con el inquilino de la Casa Blanca. Ambos coincidirán en un almuerzo el martes ofrecido a los líderes mundiales por el secretario general de la ONU, y queda la posibilidad de que se produzca un intercambio informal de palabras como el de junio en la cumbre de la OTAN de Estambul (Turquía).

Zapatero intentará no hurgar demasiado en la herida abierta en las relaciones con Washington. No prevé reiterar en la ONU la invitación para que los demás países saquen sus soldados de Irak.