Dialogar con propios y extraños. Esa es la receta de José Luis Rodríguez Zapatero para limitar el creciente protagonismo de ERC y, al tiempo, asegurarse su apoyo a los presupuestos y a la estabilidad parlamentaria del Gobierno. Zapatero recibirá este mismo mes en la Moncloa al presidente de Esquerra, Josep Lluís Carod-Rovira, pero diluirá esta cita en una ronda de entrevistas con los líderes políticos que inaugurará en unos días el popular Mariano Rajoy.

Celebradas ya las reuniones con los presidentes autonómicos, el jefe del Ejecutivo ha decidido matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, Rajoy le demandó un encuentro para conocer en detalle los planes del Gobierno sobre las reformas de la Constitución y los estatutos. Por el otro, Carod-Rovira reclamó una cita en la Moncloa para escenificar la condición de ERC de "socio preferente" del PSOE. A estas dos peticiones se suman dos temores: que Esquerra rentabilice esta última reunión en detrimento del PSC y que el PP rememore la entrevista de Carod con la cúpula de ETA para desgastar a Zapatero ante la opinión pública.

IMAZ Y LLAMAZARES La solución, pues, ha sido dar satisfacción a Rajoy y a Carod, pero también a Artur Mas (CiU), Josu Jon Imaz (PNV), Gaspar Llamazares (IU) y los líderes de las demás fuerzas parlamentarias. La Moncloa no aclaró ayer si la relación de invitados incluirá dirigentes del PSC, partido autónomo del PSOE pero sin grupo en el Congreso.

Cuando Zapatero reciba a Rajoy, probablemente la próxima semana, la agenda del encuentro será abierta, pero el presidente quiere tratar tres asuntos: cómo estimular el en el referendo de la Constitución europea, que el Ejecutivo prevé celebrar el 27 de febrero; el calendario legislativo del Gobierno para este curso político, y las reformas de la Constitución y los estatutos, proceso que el presidente deja para el tramo final de la legislatura. Como ya hizo en mayo, Zapatero reiterará a Rajoy su negativa a que PSOE y PP fijen los límites de las reformas estatutarias antes de que se pronuncien los respectivos parlamentos.

Además de hablar sobre el modelo de Estado, Zapatero discutirá con Carod sobre cómo articular la colaboración entre sus formaciones. El presidente apuesta por un acuerdo que dé al Gobierno estabilidad parlamentaria anual, para que sus iniciativas lleguen al Congreso de los Diputados con la tranquilidad de que serán aprobadas. No obstante, se niega a convertirlo en un contrato escrito que le comprometa en exclusiva con ERC y permita al partido de Carod-Rovira arrogarse la llave de la gobernabilidad.