El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó ayer que el 29 de noviembre, cuando comparezca ante la comisión del 11-M, no ocultará ninguno de los datos que conoce sobre la masacre de Madrid. "Diré todo lo que sé de lo que pasó antes, durante y después de los atentados", avanzó en el Palacio Real a un grupo de periodistas.

Zapatero afirmó que, desde que preside el Gobierno, ha averiguado los datos que tenía el Ejecutivo del PP acerca de la amenaza terrorista que se cernía sobre España. De estos datos hablará en la comisión, aunque poniendo el acento más en la prevención de nuevos atentados islamistas que en la búsqueda de responsabilidades políticas del pasado.

Lo que no ocultó el presidente fue su rechazo a la pretensión del Partido Popular de identificar a los "autores intelectuales" de la masacre de Madrid. El Código Penal, recordó Zapatero, sólo tipifica a tres tipos de delincuentes: los autores materiales del delito, los cómplices y los encubridores. "¿Quién fue el autor intelectual de los atentados de Casablanca o del 11-S?", se preguntó.

El jefe del Ejecutivo ratificó su voluntad de "unir" a las fuerzas democráticas contra el terrorismo, aunque sin modificar el pacto anti-ETA suscrito por PSOE y PP. En apariencia, su plan es sencillo: por un lado, "mimar" al resto de partidos con más información sobre la lucha antiterrorista; por el otro, no rentabilizar políticamente los golpes que las fuerzas de seguridad inflijan a la banda terrorista.

Zapatero ya dio cuenta de esta intención en Santiago de Compostela el pasado domingo, donde, por otro lado, señaló que tras el "duro golpe" a ETA que supusieron las últimas detenciones, es preciso "con más fuerza" el consenso entre los demócratas. Ayer reveló que, tras estas detenciones, se puso en contacto con el lendakari, Juan José Ibarretxe.

Aunque seguro de que los presupuestos del 2005 contarán con el apoyo parlamentario necesario, Zapatero se mostró escéptico respecto a la posibilidad de que CiU respalde las cuentas del Estado. El presidente confirmó que pretende agotar la legislatura sin firmar ningún pacto estable con ERC e IU-ICV, sus principales socios. "Los pactos básicos son el de investidura y los presupuestarios. Después, haya o no un acuerdo firmado, hay que negociar ley a ley", argumentó.

RELACIONES CON LA IGLESIA Tras aclarar que el Gobierno "no legisla contra nadie", aunque algunas leyes irriten a la Iglesia, reveló que el lunes llamó al presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela, para desearle una pronta recuperación de su operación quirúrgica. También le ofreció fijar una cita para mejorar las relaciones entre ambos.