Movilizar al electorado progresista es el principal objetivo de José Luis Rodríguez Zapatero hasta el 14-M. Para combatir la abstención y convencer a los votantes indecisos, el líder socialista presentó ayer una ambiciosa campaña puerta a puerta: 34.000 "voluntarios para el cambio" recorrerán las 52 circunscripciones electorales. La "campaña de la gente", como la definió Zapatero, se centrará, pues, en el "cara a cara" con los ciudadanos.

A los votantes de izquierdas apeló Zapatero al subrayar que "para que haya cambio tiene que haber una mayoría socialista". El candidato del PSOE, que reiteró su compromiso de gobernar sólo si cuenta "con un voto más" que el PP, encaró ayer la última recta en su carrera hacia la Moncloa con una clara llamada a la movilización del electorado tradicional de su partido.

AYER, HOY Y MAÑANA Durante el discurso de presentación de la campaña, el candidato socialista defendió que "el afán histórico" del PSOE en sus 125 años de existencia "ha sido España" y su unidad, y que lo seguirá siendo "hoy y mañana". "Me sorprende que al PP le moleste que nuestro lema --Merecemos una España mejor --lleve la palabra España ", ironizó Zapatero. Por la noche, en un mitin en Lugo Zapatero insistió: "Hasta un lema noble, hasta un lema limpio como el que presentamos a estas elecciones les parece mal, porque todo les parece mal", dijo, informa Antonio Sangiao.

El verbo merecer , tomado del lema de campaña, lo repitió como un latiguillo para fustigar al PP por su gestión. "El cambio es posible porque la gente quiere y merece un cambio innovador, progresista y valiente", aseguró Zapatero, quien apelará sin tregua al voto útil progresista para combatir la abstención y recortar la ventaja de la que, según las encuestas, goza el candidato conservador, Mariano Rajoy.

De entre los 34.000 voluntarios que desarrollarán la campaña puerta a puerta del PSOE, Zapatero destacó a Luis Alonso, un amigo con el que se afilió al partido hace 25 años. Alonso, subrayó, será una de las caras visibles de los voluntarios del "cambio", el "progreso", la "reforma" y la "modernización del país".

La catástrofe del Prestige , la muerte de 62 militares españoles en el accidente del Yak-42 y la guerra de Irak volvieron a ser ayer la punta de lanza del líder del PSOE para marcar la diferencia entre su talante y el del PP. Zapatero recalcó que el suyo es un partido "valiente", capaz de "mirar a los ojos a los ciudadanos". Enfrente situó al PP, al que acusó de "haber dado la espalda a la gente". El líder socialista subrayó que el PP "no ha resuelto los principales problemas de los ciudadanos" ni ha sabido "evitar problemas tan serios como las tensiones territoriales".

RETIRADA DE IRAK En el mitin de Lugo acusó de "falta de valentía" al líder del PP por negarse a celebrar un debate con él. Si éste se celebrase, lo primero que preguntaría es "dónde están las armas de destrucción masiva en Irak". Zapatero dijo que si gobierna, y el 30 de junio la ONU "no se hace cargo de Irak", ordenará la retirada de las tropas españolas de ese país, y se comprometió a recuperar "la España de la paz, de las Naciones Unidas y de Europa".