Conquistado el Gobierno, ahora el PSOE se propone dotarlo de estabilidad parlamentaria. José Luis Rodríguez Zapatero ha ofrecido a ERC e IU-ICV establecer en las Cortes un "marco estable de colaboración" similar a un pacto de legislatura, pero renovable cada año. Fuentes del PSOE y de ambos grupos parlamentarios aseguran que la negociación ya ha comenzado y que se desarrollará hasta el próximo septiembre, cuando el Ejecutivo apruebe su proyecto de presupuestos para el 2005.

La experiencia de este primer periodo de sesiones, finalizado el martes, ha demostrado a Zapatero que su famoso talante no basta cuando la aritmética parlamentaria no acompaña. Con sólo 164 diputados, 12 por debajo de la mayoría absoluta, el PSOE se ha visto abocado a negociar cada votación con las minorías de izquierdas y con las fuerzas nacionalistas, siempre con el temor de que la ausencia de un puñado de parlamentarios puede acarrearle una derrota en el hemiciclo.

Si al PSOE la tarea le ha resultado ardua habiendo tramitado sólo una iniciativa legislativa --el decreto ley que derogó el trasvase del Ebro--, aún lo será más cuando lleguen al Congreso leyes como la de violencia contra las mujeres o, sobre todo, los presupuestos del Estado y la ley de acompañamiento. Por eso Zapatero ha decidido buscarse aliados estables o, usando sus propias palabras, "socios prioritarios".

Así se lo transmitió el pasado 16 de junio al portavoz de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, y anteriormente al líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. Los ocho diputados de ERC y los cinco de IU-ICV suman, con los 164 del PSOE, la cifra mágica de 177, uno por encima de la mayoría absoluta del Congreso.

LISTADO DE PRIORIDADES Tanto Puigcercós como Llamazares confirman la existencia de esta oferta del líder del PSOE, y reconocen que ahora la pelota está en el tejado de sus respectivas fuerzas políticas. Zapatero les pidió que en el plazo más breve posible le hicieran llegar un listado con sus prioridades políticas para los próximos cuatro años, de modo que se pueda consensuar un programa legislativo de signo progresista.

Tras formular esta propuesta, el presidente confió el diálogo con ERC e IU-ICV al portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ya se ha puesto manos a la obra para "visualizar" en otoño una mayoría estable y de izquierdas en la Cámara baja.

Los dirigentes de ERC, IU e ICV han acogido con ánimos dispares la propuesta. Puigcercós se declara partidario de forjar una alianza más estable con el PSOE. Más receloso se muestra Llamazares, quien advierte de que IU "no va a renunciar a su autonomía política". ICV sí está dispuesta a institucionalizar la colaboración con el PSOE.