Gane o pierda las elecciones generales, José Luis Rodríguez Zapatero quiere abrir el pacto antiterrorista PP-PSOE al resto de las fuerzas democráticas durante la próxima legislatura. Para empezar, el líder del PSOE propone constituir en el Congreso un foro en el que el Gobierno y todos los partidos, incluido el PNV, consensúen la lucha antiterrorista. Su objetivo, según fuentes socialistas, es recuperar la unidad democrática contra ETA para, luego, revisar el acuerdo suscrito con el PP, un proyecto que sin duda topará con el rechazo de los populares.

El presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, no hablaba a humo de pajas cuando el pasado miércoles, tras anunciar ETA una tregua sólo para Cataluña, reclamó a PP y PSOE que incorporaran al pacto antiterrorista a los partidos que se han negado a firmarlo por su sesgo antinacionalista. Antes del estallido del caso Carod , Zapatero y Maragall ya habían comentado la necesidad de ampliar el consenso contra ETA, aunque, según fuentes de la cúpula socialista, el secretario general del PSOE reconoce que el proceso será lento y estará plagado de escollos.

"SUMAR ESFUERZOS" En su afán por "sumar esfuerzos" para erradicar la violencia, Zapatero propone en primera instancia resucitar el extinto pacto de Madrid, que no se reúne desde hace seis años. En ese foro, constituido en el Congreso e inspirado en el pacto de Ajuria Enea, el ministro del Interior debatía periódicamente con todos los grupos parlamentarios la marcha de la lucha contra ETA y las nuevas medidas a adoptar. La ruptura del foro de Ajuria Enea y la posterior declaración de Lizarra dieron al traste con el pacto de Madrid en 1998.

Cansado de que el PP patrimonialice el pacto y lo esgrima para satanizar el diálogo con el PNV, Zapatero se ha propuesto tender puentes al resto de los partidos, y en especial a los nacionalistas vascos y catalanes. Su propuesta es que el titular de Interior informe regularmente sobre la lucha antiterrorista a PP y PSOE, y también a los portavoces parlamentarios presentes en la comisión de secretos oficiales del Congreso.

Esta fórmula permitiría que los grupos recibieran información de primera mano del Gobierno y que, a su vez, le formulasen sugerencias sobre cómo afrontar el combate contra el terrorismo. El líder socialista promete establecer este cauce de comunicación con todas las fuerzas parlamentarias si llega a la Moncloa, pero propondrá al PP su instauración aunque tras los comicios del 14 de marzo siga en la oposición.

CLIMA DE CONFIANZA Según los socialistas, la creación de este foro de diálogo, compatible con el mantenimiento del pacto PP-PSOE, sería sólo el primer paso para restablecer el clima de confianza perdido entre las fuerzas democráticas. A partir de ahí, el PSOE contempla dos alternativas: que la primacía del foro parlamentario deje en un segundo plano el pacto anti-ETA o que, si se aviene el PP, el acuerdo se abra a todos los partidos, aunque haya que revisarlo.

El PSOE considera intocables los principios del pacto --la defensa del marco constitucional y la negativa a poner un "precio político" a la paz--, pero sí está dispuesto a renegociar su preámbulo, que condicionaba todo acuerdo con PNV y EA a que abandonasen el pacto de Lizarra. Zapatero supedita la revisión del pacto con el PP a que el PNV guarde en un cajón el plan soberanista del lendakari y plantee la reforma del Estatuto vasco por cauces legales.

En relación al terrorismo, el vicepresidente Rodrigo Rato reconoció ayer que "tiene que ser parte inevitable de esta campaña electoral". Apuntó que, "guste o no", la lucha anti-ETA debe debatirse, pues los socialistas gobiernan en Cataluña con ERC, que "plantea dialogar políticamente con los terroristas".