José Luis Rodríguez Zapatero se mostró ayer partidario de que su antecesor en la presidencia del Gobierno, José María Aznar, comparezca ante la comisión investigadora del 11-M. En su opinión, Aznar "tiene que explicar lo que representó la acción preventiva ante el riesgo del terrorismo internacional y lo que hizo el Gobierno entre el 11 y el 14 de marzo".

En una entrevista en la SER, Zapatero señaló que "si hay un número significativo de partidos que lo piden la comparecencia del expresidente, el PSOE no lo impedirá" y que mantiene "el compromiso de ir hasta el fondo". Hace sólo una semana sostuvo que "lo esencial del 11-M ya se conoce", y añadió: "Seguramente cada ciudadano tenga ya formada su opinión". En julio confesó que no tenía interés en que compareciera Aznar, aunque no iba a vetar ninguna declaración. Ayer, en cambio, opinó con claridad que el expresidente debe ser interrogado.

AVISO DE LA OPOSICION La respuesta del PP no se hizo esperar. Mariano Rajoy insinuó ayer que su grupo podría pedir la comparecencia de Zapatero para que explique sus decisiones durante la jornada de reflexión. Rajoy se preguntó "cuál fue su participación en los sucesos del 13 de marzo ante las sedes del PP, porque hay dirigentes del PSOE que han sido citados por los juzgados".

Sobre la comparecencia de Aznar, Rajoy dijo que las explicaciones de los exministros Angel Acebes y Eduardo Zaplana ya aclararon "el grueso de los datos" de la actuación gubernamental. Y añadió que "si alguien entiende que el expresidente puede aportar datos distintos, tiene perfecto derecho a pedirlo, aunque no sé si puede aportar algo; quien sí tiene que aportar es Zapatero".

ANTICIPACION El propio Zapatero se adelantó al aviso de Rajoy. Antes de que el líder del PP formulara su insinuación, el presidente explicó que lo que puede aportar a la comisión "es público y notorio". Precisó que lo primero que hizo el 11 de marzo fue ponerse "a disposición del Gobierno" y que habló con el presidente y con Rajoy, a los que pidió que convocaran una reunión de todas las fuerzas políticas. Pero Aznar le dijo que "el Gobierno dirigía en exclusiva la actuación, que convocaba una manifestación y que quien quisiera ir, que fuese". El PSOE se sumó a la marcha y, aunque molesto por la desinformación, apoyó al Gobierno del PP hasta el día 14.

Gaspar Llamazares anunció ayer la decisión de IU y del resto de grupos minoritarios de someter a votación la comparecencia de Aznar mañana en la reunión de la comisión. El líder de IU hizo una ronda de consultas con todos los grupos, incluidos el PSOE y el PP, y no percibió ningún rechazo a que comparezca el expresidente.

SATISFACCION Los grupos que habían solicitado interrogar a Aznar expresaron su satisfacción por la luz verde del PSOE. Joan Puig (ERC), Emilio Olabarria (PNV), José Antonio Labordeta (Mixto) y Jordi Jané (CiU) --quien pidió que la comparecencia no se convierta en un espectáculo--, atribuyeron el cambio de los socialistas a la presión que han ejercido para evitar el cierre en falso de la investigación. El presidente de la comisión, Paulino Rivero (CC), dijo que "la sociedad no entendería por qué se impide que comparezca Aznar".

Fuentes del PP reiteraron la disposición del exjefe del Ejecutivo a someterse a las preguntas de los comisionados. Sin embargo, reclamaron un trato especial para Aznar, por su estatus de expresidente. Una posibilidad que apuntaron es que no se le someta a un interrogatorio directo, sino por escrito, de modo que sólo intervenga él en el Congreso.

Otra de las incógnitas que podría despejarse mañana es el calendario de comparecencias, y se desvelaría si Aznar comparecerá antes o después del congreso del PP, que se celebrará del 1 al 3 de octubre.