Un criterio único y claro en los temas de Estado. Esta fue la demanda que José Luis Rodríguez Zapatero trasladó ayer al PP después de que José María Aznar discrepara de Mariano Rajoy sobre la anunciada reforma de la Carta Magna y el futuro referendo sobre la Constitución europea.

"Sería conveniente para el diálogo y para la clarificación pública que hubiera esa posición nítida y definida", declaró el presidente en una rueda de prensa celebrada en la Moncloa junto al presidente peruano, Alejandro Toledo. Aznar rechazó cualquier reforma constitucional y el contenido de la Constitución europea, pese a que su secretario general está dispuesto a negociar la primera y respalda la segunda.

Más esfuerzos tuvo que hacer el PP para negar la existencia de diferencias. El portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zapatero, ratificó la "predisposición al diálogo" del PP para abordar la revisión de la Carta Magna, pero matizó que eso es "compatible" con creer "un error" la reforma.