Tras reunirse la semana pasada con Jacques Chirac y Gerhard Schröder, José Luis Rodríguez Zapatero celebró ayer su primer encuentro oficial con un líder europeo afín a José María Aznar: el primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso. Conscientes del abismo ideológico que los separa, ambos acordaron colocar las relaciones bilaterales "por encima de las diferencias políticas". Durao ofició de anfitrión en la cumbre de las Azores, que sirvió de pistoletazo de salida a la guerra de Irak.

Zapatero afirmó su voluntad de "mejorar" las relaciones tejidas con Portugal por su antecesor en la Moncloa. Aseguró en esa línea que se "mantendrán y relanzarán" los compromisos que Durao y Aznar sellaron en la última cumbre bilateral en materia de interconexión eléctrica y ferroviaria de alta velocidad.

CAMBIO DE GOBIERNO "Las relaciones no se detienen por el cambio de Gobierno, sino que se aceleran", proclamó Zapatero en una rueda de prensa con Durao tras el encuentro de hora y media en el palacio de Sao Bento, residencia del primer ministro portugués. El presidente rechazó que su alineamiento con el eje franco-alemán vaya en detrimento de los lazos con Lisboa y afirmó que su decisión de retirar las tropas españolas de Irak "no va a separar ni un centímetro" a España de Portugal, país que mantiene soldados en suelo iraquí. Subrayó que la resolución que baraja la ONU sobre una fuerza multinacional en Irak está "lejísimos" de la posición del Gobierno español, que defiende que dichas fuerzas queden bajo mando no sólo político, sino también militar, de la ONU.

Durao recibió a Zapatero al pie del coche oficial, y se estrecharon sonrientes la mano. Pese a la voluntad compartida de mantener unos excelentes lazos entre los dos países, sus declaraciones posteriores reflejaron sutiles diferencias de matiz. El líder portugués calificó de "muy interesante y útil" el encuentro, pero, en un capote a su amigo Aznar, lo enmarcó en las "excelentes relaciones ya existentes" con España.

Zapatero intentó en todo momento transmitir que bajo sus riendas dichas relaciones irán a mejor. Los dos líderes acordaron celebrar la próxima cumbre bilateral en octubre, en Santiago de Compostela.