José Luis Rodríguez Zapatero será el último responsable político en comparecer ante la comisión de investigación de la masacre del 11-M. Lo hará, según el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, "por respeto al Parlamento y para evitar que el PP y Aznar intenten deslegitimar el resultado electoral del 14 de marzo".

La comparecencia de Zapatero no entusiasma a las minorías. Ayer el grupo de Converg¨ncia i Unió (CiU) se abstuvo, y Esquerra Republicana (ERC), Partido Nacionalista Vasco (PNV) y José Antonio Labordeta (Grupo Mixto) votaron en contra de que el presidente acudiera a declarar. El peneuvista Emilio Olabarría afirmó: "Zapatero tiene poco que aportar a la investigación sobre la prevención del atentado y sobre la manipulación informativa que se produjo entre los días 11 y 14 de marzo, ya que su presencia, aquellos días, fue particularmente discreta". Sólo Gaspar Llamazares, de Izquierda Verde (IU-ICV) la apoyó entusiásticamente, además del PSOE y el PP.

ORDEN CONFLICTIVO La comisión mantuvo el compromiso de llamar a la presidenta de la asociación de víctimas del 11-M, Clara Escribano, en último lugar, para conocer el trato a las familias de los 192 muertos y 1.500 heridos, cerrar sus trabajos y aportar las conclusiones.

Al encajar la comparecencia de Zapatero, que había pedido el PP el 17 de septiembre y el propio Zapatero el lunes pasado, surgió el conflicto. El PP pidió que declarase tras el expresidente José María Aznar, pero los socialistas propusieron intercalar entre ambos a tres responsables europeos de la lucha antiterrorista. Su propuesta fue tildada de "intolerable y ofensiva" para Aznar por el portavoz popular Eduardo Zaplana, quien también dijo que Zapatero comparecía por "la presión social".

Las minorías no habían sido consultadas por los socialistas y no respaldaron su planteamiento. Estos redujeron su pretensión a intercalar al comisario europeo de Justicia e Interior, Antonio Vitorino, y a pedir que entre la declaración de Aznar y la de Zapatero medie, al menos, una semana, con el fin de disipar la crispación. Este fue el planteamiento que al final prosperó.