El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer, si accede a la presidencia del Gobierno, a impulsar una ley "enormemente estricta" que recorte el gasto de las campañas institucionales. La promesa se produce un día después de que la Junta Electoral Central (JEC) propinara un duro correctivo al Gobierno popular al ordenarle la suspensión inmediata de la campaña del Ministerio de Trabajo sobre su gestión. Zapatero garantizó que no se podrá "usar dinero público en mera propaganda". Asimismo, acusó al Gobierno del PP de "abusar" de las instituciones "en beneficio de sus siglas".

La JEC, máximo órgano de control de los procesos electorales, ordenó el martes detener la campaña publicitaria de Trabajo después de que PSOE e IU la hubieran impugnado alegando que el ministerio que dirige Eduardo Zaplana había vulnerado la ley al emitir la propaganda sobre las mejoras de la protección social a los autónomos en plenos comicios. Trabajo finalizó ayer la campaña "a todos los efectos".

IMPORTE MILLONARIO El Boletín Oficial del Estado publica en su edición del 10 de enero la resolución según la cual Trabajo había concedido a la empresa Publicis España la realización de una campaña de comunicación por un importe de 22,2 millones de euros (3.685 millones de pesetas). La resolución explicita que el plan se destina a los años 2003 y 2004, con lo que Zaplana ha comprometido gastos del próximo Gobierno antes de las elecciones.